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El PSOE aprovecha el vacío en torno a la sucesión de Aznar para lanzar a Zapatero

Un eufórico PSOE ha decidido arrancar el curso político con la próxima proclamación de José Luis Rodríguez Zapatero como candidato a la presidencia del Gobierno. Las premuras socialistas poco tienen que ver con el calendario popular, después de que José María Aznar señalara ayer que ahora lo prioritario es centrarse en nuevas propuestas programáticas y en las elecciones de 2003.

Zapatero y Blanco charlan durante la reunión de la ejecutiva del PSOE. Chema Barroso

MADRID. Las ejecutivas del PP y del PSOE, que se reunieron ayer, han marcado ritmos y prioridades muy distintas a la hora de enfrentarse al nuevo curso político. Mientras que el presidente del primer partido de la oposición, Manuel Chaves, anunció la apertura del proceso de primarias para la elección del candidato a la presidencia del Gobierno -proceso que puede culminar a finales de mes-, los populares no se dan por aludidos e insisten en que respetarán su calendario, esto es, otoño de 2003, para despejar definitivamente la incógnita de la sucesión.

El último sondeo del CIS, que arrojó un avance espectacular para los socialistas, al situarles tan sólo cuatro puntos de distancia del PP en intención de voto, ha sembrado un gran optimismo en la sede de Ferraz, que quiere mantener la tensión política y la proyección de su jefe de filas, aprovechando, además, la incertidumbre que crea la ausencia de un candidato popular.

Chaves explicó que el PSOE debe acometer el proceso de las primarias una vez rebasado el ecuador de la legislatura para que el candidato que resulte ganador «concrete la alternativa socialista» y se convierta en el «punto de referencia» que haga posible el regreso al Gobierno.

Por su parte, el secretario general el PP, Javier Arenas, afirmó ayer que no va a haber ninguna precipitación en los plazos establecidos por el propio Aznar y que los datos del CIS no dan a la sede del PP más que «tranquilidad y serenidad».

Subrayó que, después de seis años al frente del Gobierno de la Nación, el PP afronta el proceso electoral en las mejores condiciones al mantenerse como la primera fuerza política. En este sentido, explicó como los gobiernos suelen acusar más desgaste en el ecuador de la legislatura, recordando que en julio de 1998 todos los sondeos daban entonces un «empate técnico» entre el PP y el PSOE, que acabaría saldándose en los últimos comicios legislativos con una mayoría absoluta.

«Tenemos presidente»

Tras reclamar el derecho del PP a administrar sus tiempos, dijo que, si bien, no tienen candidato, «tenemos presidente», que es una «figura nítida» y una «referencia política clarísima» en la acción del Gobierno y del PP. En definitiva, la sucesión «será una cuestión del próximo año y seguiremos el calendario establecido» considerando lógicas las prisas del PSOE puesto que «los que se preocupan son los que no gobiernan».

El propio presidente del Gobierno dejó ayer muy claras sus prioridades para el nuevo curso cuando, durante la reunión de la ejecutiva nacional de su partido, puso el acento en las políticas reformistas y en los comicios locales y autonómicos del año que viene, sin ninguna referencia, como era de esperar, a la sucesión o a alguna modificación de su agenda.

Políticas concretas fue lo que reclamó José María Aznar frente a un PSOE, según explicó Arenas en una comparecencia pública al término de la reunión, cuyo afán es «oponerse a todas las reformas que se presentan , sin una sola alternativa, y recurriendo al Tribunal Constitucional».

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