Son lo más: los modelitos playeros de los Beckham
No sé si algún día nos preguntaremos dónde estábamos cuando los Beckham fueron a la playa, pero a fecha de hoy estoy segura de que no podré alejar de mi retina la imagen del matrimonio más «mega-fashion» de la historia la mañana que se fueron a Saint Tropez y demostraron que nada como la arena de la playa para improvisar una pasarela de infarto.
Beckham es mucho Beckham y sus bermudas floreadas de talla XXL tienen toda la pinta de triunfar este verano por nuestras costas. Eso sí, son imposibles de llevar. Sólo un tipo como el suyo admite tal alarde, pero eso no quita para que ahora vengan los bajitos con sus regordetas piernas dispuestos a emular al rey de las tendencias.
Pero si el jugador va marcando ombligo y se mete en el agua sin separarse de sus gafas tamaño «folclórica cuando va de incógnito», el espectáculo lo da en la orilla su mujer, Victoria Adams, con sus tacones de doce centímetros por la arena y su bañador-camiseta «súper favorecedora» a juego del sombrero «cowboy» y los amuletos que cuelgan por su escote.
De Victoria lo mejor son las poses. Aborrece la naturalidad de la misma manera que odia las mollas. A pesar de gastar la talla 34, dice que no se pone el biquini porque no se gusta tras dar a luz a su tercer hijo. Sin palabras.
Firmaron la separación. La de ayer fue una mañana tensa para María Teresa Ortiz Bau y Carlos Larrañaga. Firmaron la separación de mutuo acuerdo, tras el rechazo de la juez a otorgar unas medidas provisionales que se pedían por parte de Ortiz Bau. Según fuentes judiciales, el matrimonio firmó su separación y la juez señaló que las capitulaciones matrimoniales que habían firmado antes del enlace no hacían necesaria una pensión compensatoria. Hoy por hoy, ya están separados. Larrañaga se queda en el piso donde reside y este caso queda cerrado en cuanto a la separación. Lo que pase después es otro procedimiento.
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