Apertura: Marabunta de sabores en El Porvenir

Actualmente sirven comidas y cenas, aunque la idea es ir incorporando nuevos servicios como desayunos o alternativas para las tardes.

¿Quién está detrás de este bar?

El utrerano Carlos Guirao, con años de experiencia en bares y restaurantes de Sevilla y Barcelona. Tras meses de mucho trabajo, ha hecho realidad un sueño que tenía desde siempre en el mundo de la cocina.

¿Cómo es su cocina?

El concepto de Marabunta es el de cocina viajera . Platos clásicos de la gastronomía sevillana se fusionan con técnicas internacionales. Todo ello con mucho «tacto y suavidad. Los sabores siempre son reconocibles para el paladar pero con una pequeña vuelta de tuerca», según palabras del propio Guirao.

La carta consta actualmente de 16 platos, aunque estos irán evolucionando con el paso del tiempo y los cambios de temporada. Aparte, cada día se ofrecen opciones fuera de carta.

¿Qué se puede pedir para empezar?

Aunque han abierto hace poco, las croquetas de curry rojo de pollo se han convertido en uno de los principales reclamos del público. El pollo se cocina en un guiso aromático de origen tailandés. En cuanto a la bechamel de la croqueta, destaca por hacerse con leche de coco. El resultado final va acompañado de una salsera con azúcar y lima.

Los «quesoadictos» tienen su hueco con una tabla de quesos artesanales . En Marabunta trabajan con siete tipos, los cuales van alternándose en cada visita de los comensales. Con esta intención garantizan variedad y la posibilidad de descubrirlos poco a poco según sus texturas y sabores.

Además, cuentan con otros entrantes como las patatas bravas con salsa de siracha y alioli de ajo asado, la ensaladilla de caballa curada con mayonesa ahumada o la lubina con adobo japonés en salsa ponzu . Este último es un ejemplo de esa mezcla entre tapas locales y de otras culturas, pues sigue la línea del adobado típico sevillano pero con influencias del Lejano Oriente.

¿Cuáles son sus especialidades?

El taco con presa ibérica, cebolla encurtida y salsa de aguacate, carrillera ibérica (guisada a la manera tradicional) con salsa de cebolla tostada y café, el ajoblanco con tartar de gambas en salsa kimchi, polvo de aceitunas negras deshidratadas y huevas de trucha o el risotto con shitake, parmesano y presa ibérica . La particularidad de esta última tapa es que se usa arroz carnaroli como ingrediente y la presa se asa aparte en el horno, sirviéndola encima del plato final para que el cliente la integre a su gusto.

¿Y otros platos principales?

Hay para todos los gustos. Desde el ceviche de vieira gallega hasta el tataki de atún con sorbete de apio y pepino . Carlos Guirao ha incluido este sorbete en la receta «para darle un valor diferencial y refrescante».

Tampoco falta la pata de pulpo asada con manzana cítrica y salsa vierge . Este último ingrediente es muy común en Francia, pero su uso resulta casi inédito en Sevilla. Otro inédito entre las variedades gastronómicas es la coliflor, que se sirve asada en Marabunta y acompañada de té ahumado, salsa de yogur y garrapiñados.

¿Tienen carta de vinos?

Hasta 23 referencias de tinto, blanco, espumoso o frizzante. Las bodegas de origen son exclusivas en nuestra ciudad. En este caso podemos encontrar entre ellas dos de Toro, un Montilla Moriles, seis Rioja y Ribera del Duero, de Rías Baixas, varios Verdejo… La mayoría se sirven en copa o botella.

¿Hay postres?

La especialidad de la casa es la quesada de San Simón . Es un queso gallego con denominación de origen, acompañada siempre con fruta de temporada impregnada en almíbar de lavanda.

El cacao tampoco falta gracias a un postre de chocolate negro, espuma de sésamo negro y bizcocho con chipotle , que le aporta un ligero toque picante al final de la degustación. Pero hay más, un gofre especiado con natilla de naranja y helado de vainilla .

¿Cómo es la distribución y decoración del local?

Amplio salón donde se puede tapear tanto en mesas bajas como en las altas. Incluso cuenta con una barra nada más entrar para comer de manera más informal. Una marabunta de hormigas gigantes toman las paredes para hacer honor al nombre del bar. Para el exterior, terraza con algunas mesas.

¿Dónde encontrarles?

En la calle Dr. Pedro de Castro, 7.