Cocina japonesa atractiva y audaz al margen de convencionalismos
Un izakaya es un tipo de taberna japonesa que sirve platos más o menos informales – habitualmente para compartir – y bebidas alcohólicas en un ambiente distendido . Exactamente eso es lo que encontramos en el pequeño callejón de Carlos Mackintosh que separa las ... Avenidas del Mar y la de Puerta del Mar, en Marbella. Un local modesto semi escondido en un pasillo peatonal donde Marcos Nieto Rodríguez ha puesto en pie un izakaya con carácter, especializado en cocina a la brasa .
Marcos Nieto, en la cocina , ha construido una propuesta rabiosamente actual, centrada en las brasas y con mucha atención a las verduras . No en vano Marcos es hijo de los propietarios de una de las mejores fruterías de la Costa del Sol, la de Antonio y Salomé en el Mercado de Atarazanas de Málaga. Una carta moderna y atrevida, sin to?picos y con sabores razonablemente aute?nticos. Verduras y carnes a la brasa con diferentes adobos y glaseados y, como sugerencias del día, pescados y mariscos poco comunes y de calidad .
En la mesa encontramos platos desenfadados, sabrosos y contundentes que mezclan distintas técnicas y orígenes. Yakitoris –brochetas– de gambones y kosho de jalapeños, de pollo de corral con teriyaki de sirope de arce o el de presa ibérica y salsa yakiniku , estupendo. También aperitivos clásicos como el pollo karaage –pollo frito– con alioli de karashi y rábano picante o el okonomiyaki de cangrejo de las nieves, aguacate y mayonesa de wasabi y mucha verdura , como el sabroso bimi a la parrilla con un glaseado de soja, yuzu y sésamo tostado o las judías verdes a la brasa con salsa de sésamo y cacahuete . Entre los principales, platos más rotundos, ideales para ser compartidos, como las costillas de cerdo glaseadas a la parrilla o el interesante puerro al carbón con salsa de chili crab y cangrejo . Conjuntos que por lo general funcionan aunque, por momentos, se superpongan algunas salsas, marinadas y aliños y creen cierta confusión en algún plato.
En la sala , Justina –la mujer de Marcos– rebosa amabilidad, explica los platos con paciencia y detalle y se preocupa por tener una oferta de bebidas en consonancia con la cocina . Así, encontramos una corta pero interesante carta de sakes, cervezas y licores nipones.
En definitiva, una muy buena primera impresio?n. Cocina atractiva y audaz, alejada de lo que habitualmente asociamos a la cocina japonesa, buen producto, técnica notable y un ambiente agradable, sin comodidades, que se compensa con raciones abundantes y precios amables.
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