Kilómetro cero: 'De oca en oca', el huevo como delicatessen desde la aldea de Posadilla

Al frente de esta empresa llamada con humor 'De oca en oca' se encuentra David Moreno Sánchez, oriundo de la zona y con familia dedicada al ganado ovino. Aunque trabaja como asesor decidió, por tradición y por su labor actual, embarcarse en este proyecto. Por tradición ya lo hemos comentado, de hecho sus hectáreas son un arriendo a terrenos paternos. Y por su trabajo porque contaba con clientes del mundo de la agroalimentación o la hostelería y el gusanillo picó. Buscó un tipo de ganadería que no fuese habitual en la zona. Ya conocía un proyecto de granja de ocas en Cañada del Gamo, muy cerca de Posadillas, pero enfocada a la carne. Tras hacer el escandallo los números no cuadraban en ese ámbito, pues precisamente eran clientes de la asesoría. «Aprovechando esa información de la que gozábamos decidimos apostar por un proyecto diferente, que eran ocas para puesta».

Y así nació la empresa, enfocada a restaurantes de gama media-alta, puesto que cada huevo de oca cuesta lo que una docena de huevos de gallina de corral. «Al final el carácter diferenciador del huevo de oca es lo que me ha abierto muchas puertas». Y es que al margen de restaurantes de Córdoba y provincia, consiguieron distribución para Sevilla, y en breve empiezan con Málaga y Granada. Esto provocó que tuvieran que comprar más ocas, pasando de las 635 iniciales a las actuales 735. Son todas ocas de Tolouse, raza bastante grande que puede llegar a medir hasta 85 centímetros y pesar entre 12 y 15 kilos. Sus huevos son bastante más grandes que los habituales de las gallinas (tres o cuatro veces más) y oscilan entre los 120 y los 320 gramos, con medias próximas a los 250 gramos.

Pero además, como explica David Moreno, el huevo es más cremoso gracias también a la alimentación que tienen las ocas . El responsable de la empresa añade que llevaron un huevo a analizar y el resultado le sorprendió: «nos dijeron literalmente del laboratorio que podíamos poner en el etiquetado que eran ricos en Omega-3, pero lo más fuerte es el nivel de ácido oleico que tienen, mejor que el de los jamones ibéricos y sigo citando textualmente, así que además de una experiencia gastronómica también vendemos salud».

No son muchas las explotaciones dedicadas a las ocas en España, animal antaño más abundante pero, según explica Moreno por sus estudios sobre el asunto, muy asociado hace siglos a los musulmanes, por lo que con los Reyes Católicos su cría cayó en desuso. Así que Córdoba cuenta con unas de estas granjas todavía extrañas en cualquier provincia. Tras el día en el campo, las ocas son conducidas al interior del cobertizo por un perro pastor. Ahora viven mejor que aquellos reyes.