Casa Tala (Espiel), serranía bajo el prisma de la modernidad
Rocío Górriz
Casa Tala es testigo de excepción de la historia de Espiel. El matrimonio formado por Francisco Márquez «El Tala» y María Andrea Rodríguez fundó hacer más de medio siglo este restaurante que ahora gestionan su hijo, José Luis Marquez (chef), ... y su esposa, Ruth Litón. «Ellos se sienten orgullosos y satisfechos de ver cómo una cocina básica y tradicional ha ido evolucionando y convirtiéndose en la base de la cocina moderna en la que a día de hoy trabajamos», dice José Luis.
El establecimiento es todo un hallazgo de la restauración contemporánea. Con decoración sencilla y alegre,se ha convertido en los últimos años en un claro paradigma de la vanguardia gastronómica espeleña . «Nos hemos ido adaptando a las tendencias culinarias del momento y ahora ofrecemos la esencia de los primeros platos que guisaba María, pero empleando ideas renovadas y técnicas vanguardistas», afirma su actual chef. «La cercanía con el cliente, la complicidad y el buen trato son los pilares en los que se sustenta nuestro éxito», reconoce.
Su carta rinde homenaje a los manjares de la tierra: lomo ibérico en manteca; mazamorra de anacardos con sardina ahumada; carrillada ibérica; flamenquín de presa ibérica en diferentes versiones (queso y pimientos; gambas y berenjena; pollo, York y queso; o jamón); revuelto de trigueros y jamón ibérico; revuelto de setas y foie.
Los frutos del mar como chipirones a la plancha en salsa verde; rodaballo a la parrilla, espinacas, jamón ibérico y su pil pil ; o el tataki de atún rojo, salsa de naranja, miso y tierra de anacardos también han conquistado a sus comensales habituales.
Brillan con luz propia los tesoros de la sierra: lomo de gamo con salsa de queso de Calaveruela; crujiente de cochinillo; jarrete de ternera a baja temperatura.
Como cualquier establecimiento rural que se precie, trata con especial cariño los productos y platos de la tierra: cerdo, ternera, caza, jamón y embutidos ibéricos.
Igualmente, han elaborado una carta de vinos cuidada, amplia, y fundamentalmente en armonía con su propuesta gastronómica, que recorre España de punta a punta, y que incluye referencias de la tierra.
También cuidan mucho sus propuestas dulces. De su obrador salen bocados hechos con mimo y delicadez como el tocino de cielo de mango, coco y granizado de albahaca; torrija caramelizada y cremoso de chocolate dulce; coulant de chocolate, helado de vainilla y tierra de galleta; o el cremoso de queso, mora y frutos rojos.
Localización: Calle Estrella, 5 (Espiel)
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