Los secretos de las gambas rebozadas de Casa Puga

La carta es amplia y conocida: los embutidos, el atún en todos sus estilos, el boquerón abierto en adobo, los champiñones o el “tomatico”. Sin embargo, nos detendremos en otro de sus platos más pedidos: las gambas rebozadas.

Hablamos de una gamba fresca pescada en las costas de la provincia . Pelada hasta la cola y cubierta con una masa orly, es decir, harina, agua, huevos, aceite y sal, que es introducida en la freidora con aceite de oliva virgen extra a fuego medio, según detalla el encargado.

La suma deja una gamba rebozada de aspecto abuñuelado y que resulta esponjosa. Gracias a una fritura limpia, sin exceso de aceite, se preserva todo el sabor del contenido. En definitiva, una forma estupenda de comer gambas, sin manchas, en un lugar emblemático de parada obligatoria cuando se está por la capital.

Tras jubilarse la tercera generación de los fundadores, los propietarios del cercano Hotel Catedral se hicieron con el negocio, manteniendo el recetario y prácticamente el mismo personal que había en ese momento. Quizás una de las claves para que este monumento gastronómico siga funcionando como siempre.

Existe consonancia entre la clásica taberna de referencia en Almería y el destino turístico en el que se ha convertido esta casa. Platos bien efectuados en una barra eficaz, envueltos por una decoración que aporta solera y el encanto por el que es conocido Casa Puga.