Victoria Federica: «No he tenido tantas parejas como han dicho»

Sin embargo, mantiene muy buena relación con todos sus primos, adora a sus abuelos y es muy querida entre sus amigos. La hija de la Infanta Elena es una gran desconocida, por eso accede a charlar con ABC y aclarar algunos aspectos de su vida. Viéndola uno no sabe si es tan tímida como parece o peca de prudente, porque es consciente del peso de su apellido. «Una mezcla de ambas, sin conocer a una persona es verdad que soy tímida, pero eso me lleva a ser prudente y selectiva también en mis relaciones y eso es bueno. Creo que tomas distancia de lo que no conoces, al principio hasta que la confianza se va poco a poco ganando», explica Victoria.

Es consciente de que haber nacido en la Familia Real tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. «Todo en la vida tiene una doble cara, no todo son luces. Intento adaptarme a las cosas nuevas que me suceden, no todas son buenas, pero lo importante es saber gestionarlas y madurar con ellas». A pesar de todo ello, ella intenta llevar una vida lo más normal posible. «No es fácil contestar a eso, porque la normalidad es algo que cada uno tendrá una opinión de su modelo de vida normal. Hay aspectos de mi vida que yo puedo ver como normales y sé que es difícil que alguien lo vea igual, pero yo vivo de esa manera desde que era pequeña y trato de llevarlo lo mejor posible, valorando lo que tengo y siendo responsable», reflexiona la sobrina de Felipe VI.

Entre sus amigos se encuentran Rocío Laffón, hija del jinete Manuel Laffón, Mercedes Molina, los 'influencers' Tomás Páramo y su mujer, María García de Jaime, o el torero Roca Rey. Aunque, según Victoria, el círculo no acaba ahí y estos son solo lo más conocidos, «considero que tengo un grupo grande de amigos y me siento muy afortunada por ello». Sobre si tiene algún mecanismo para filtrar a quiénes sí y a quiénes no deja entrar en su vida, lo tiene claro: «No creo que haya un detector, supongo que vas conociendo a personas, y hay algunas en concreto que te tocan de manera especial por cómo se comportan contigo o por cómo eres cuando estás con ellas».

Si hay algo que le apasione es la moda y todo lo que conlleva ese mundo. «Me gusta ver su evolución, las diferentes tendencias y lo que inspira cada una de ellas. Me siento muy afortunada de poder vivirla tan de cerca y me ha dado la oportunidad de conocer a personas maravillosas», explica. Un mundo en el que la adentró su padre, Jaime de Marichalar, desde pequeña y que la ha convertido en un referente de moda. «Creo que buena parte es por su culpa. Compartir esa pasión también me une a él de una manera especial». Si hay algo que le apasiona son los complementos, ya que a su juicio, «son muy versátiles y puedes combinar una misma prenda con 'looks' distintos y para situaciones distintas. Soy muy fan de los bolsos, y cada día más de los cinturones», confiesa.

Es el único miembro de la Familia Real que tiene perfil abierto en las redes sociales, donde cuenta con 267.000 seguidores. De sus publicaciones, al igual que de sus colaboraciones o apariciones en eventos, se encarga la agencia Soy Olivia, capitaneada por Daniela Rodríguez. No se considera una 'influencer' al uso, como muchos creen. «No soy 'influencer', ya lo he comentado en otras ocasiones. Tengo amigos que sí lo son, conozco bien su día a día, y es algo diferente al mío», aclara Federica. Lo suyo, son contratos puntuales con marcas de lujo, con las que acuerda una serie de colaboraciones que pueden ser desde un reportaje en una revista a un 'storie' en Instagram.

Con su madre, la Infanta Elena de Borbón, también comparte aficiones como la tauromaquia, «es una tradición heredada, mi familia me lo ha inculcado desde muy pequeña». La relación con ambos progenitores es magnífica, a pesar de que se hayan hecho públicas algunas desavenencias, que no han sido más que arrebatos puntuales de la adolescencia. El pasado 20 de diciembre, cuando su madre celebró su 60 cumpleaños, las pudimos ver muy cómplices paseando por la calle cogidas del brazo. Algo similar sucede con su padre con el que le encanta viajar a desfiles y con el que suele almorzar con más frecuencia de lo que creemos.

Otro de sus pilares fundamentales es su hermano mayor, Felipe Juan Froilán, con el que la solíamos ver a menudo antes de que se marchase a trabajar a Abu Dabi . «La relación que comparto con mi hermano es cercana y especial. Es una conexión basada en el cariño, la confianza y el apoyo mutuo. La base de nuestra relación está cimentada en el respeto y en la aceptación incondicional de quiénes somos. Es reconfortante saber que, pase lo que pase, siempre puedo contar con él, y viceversa».

Si algo le ha sacado la prensa a Vic –como cariñosamente la llaman sus más cercanos– son parejas. Su relación más estable y pública fue con el DJ Jorge Bárcenas, algo menos le duraron el torero Gonzalo Caballero o el piloto de Moto2, Albert Arenas. ¿Ha habido más de los conocemos o menos de los que creemos? «Nunca me ha gustado hablar demasiado de mis relaciones, principalmente por respeto a la otra persona. Lo que hablen por fuera no puedo controlarlo. Pero respondiendo a su pregunta, no, no he tenido tantas parejas como se ha comentado».

Respecto a cómo lleva lo de la etiquete de rebelde o, incluso, hasta de prepotente, ella asegura que «las críticas constructivas, y de gente que respeto, las escucho y, aunque me cueste, trato de arreglarlo rápido si me equivoco. Creo que para mí, peor que las críticas son las mentiras. Intento que no me afecten, aunque a veces es inevitable».

Sobre lo que suele hacer en su tiempo libre, además de disfrutar viendo series y películas: «Me gusta mucho la música y suelo estar bastante al día con las novedades del momento. Y cada vez que puedo, me gusta disfrutar del campo y de la naturaleza». Confiesa estar en «un buen momento, el cual creo que debo aprovechar al máximo para centrarme en mis proyectos, tanto personales como profesionales». Esto le ha obligado a dejar un poco aparcados sus estudios de Marketing y Comunicación en The Collage for International Studies (CIS), donde todavía le queda un segundo período formativo que le gustaría cursar en París, cuna de la moda y el lujo.

Sobre hacia donde va ahora Victoria Federica, «me atrevo a decir que quizás, saliendo un poco de la zona de confort. Creo que veréis cosas nuevas este año».