Fernando Jáuregui: «Sánchez es un hombre discutido, el PSOE no. Creo que no se presentará»

-¿Cuál es el hilo de conductor de todos esos momentos del PSOE que describe en el libro?

Lo primero que me pregunto es por qué el PSOE no se ha roto. Después de Indalecio Prieto y Largo Caballero, Suresnes, Felipe y Guerra, Rubalcaba y Chacón, ojo con esa disputa, la patada a Pedro Sánchez en 2016... pues porque hay un partido. Y hay un orgullo de ser de ese partido. Llevo cinco años dedicado a estudiar esto y me he convencido de que el PSOE es más fuerte que sus divergencias.

-Ha trabajado las etapas finales de González y Zapatero. ¿Qué detecta ahora sobre el momento en el que está Pedro Sánchez?

Estamos en algo parecido a lo que podría ser la recta final de Pedro Sánchez. Él plantea una fase de enfrentamiento a todos los niveles.

-¿Se asemeja al final de Zapatero?

El final de Zapatero es patético. Con una batalla entre Rubalcaba y Chacón absolutamente personal. Pero acabó con dignidad. A mí me dijo que iba a estar ocho años y estuvo siete años y medio. Con Sánchez tengo la sensación de que sabe que no va a pervivir después de 2023 en la política nacional. Se lo está poniendo muy difícil él a sí mismo.

-¿Pero lo ve retirándose?

Yo creo que no se presentará. El tiempo juega en su contra. Si alguien piensa que la presidencia de la UE porque se vaya a hacer fotos con Macron le va a llevar a alguna parte, se equivoca.

-¿Y cómo de preparado está el PSOE para una etapa después de Sánchez?

No va a ser como sus partidos hermanos en Francia, Grecia o Italia. El PSOE es mucho más partido que todos esos. Pero Sánchez no tiene delfín. Eso significa que tendrán que inventar un nuevo Pedro Sánchez. A lo mejor se llama Yolanda. Pero ahora mismo la incertidumbre es absoluta. Y no nos queda más que un año para saberlo. Después puede ser el desastre para el PSOE.

-¿Yolanda Díaz al PSOE?

En la izquierda están pasando muchas cosas. No olvidemos que la socialdemocracia sueca ha cedido el paso a un populismo. Están pasando cosas muy serias. En España tenemos la oportunidad de inventarnos algo. Una socialdemocracia peculiar. ¿Es Pedro Sánchez el hombre? Ya no porque está desgastado. Ya no porque tiene alianzas indeseables.

-¿Ve entonces factible que Díaz pueda confluir en el PSOE?

Sí lo veo. Sí es posible. Aunque es improbable. Yolanda no está en ningún espacio político. Ni siquiera creo que esté a la izquierda del PSOE.

-Pero su encaje en un partido con esa tradición...

Bueno, cuando ese partido empieza a hundirse... recordemos operaciones como la de Baltasar Garzón. El PSOE se reinventó ya en Suresnes.

-En 2019 parecía que la marca PSOE cotizaba a la baja y tiraba más la marca Sánchez. ¿Ahora es así?

Sánchez es un hombre discutido, el PSOE no. Hay gente de la derecha que te habla con mucho respeto de las cosas que ha hecho el PSOE. A Sánchez le odias o le amas.

-Pero no tiene masa crítica ni oposición. ¿Controla Sánchez el PSOE más que González o Zapatero?

Sin la menor duda. Felipe tuvo que vérselas con las peleas entre Solchaga y Guerra, tuvo que vérselas con Nicolás Redondo. Zapatero tuvo que vérselas consigo mismo y con mucha gente. Del 40 Congreso en el que estuvimos nosotros salió un partido presidencialista total. Es otro PSOE diferente.

-¿Y eso tiene vuelta atrás?

Lo tienen que hacer.

-¿Pero lo tiene que hacer Sánchez o quien venga después?

Es buena pregunta. Yo creo que Sánchez ya está incapacitado para esto. Yo creo que el futuro de Sánchez, aunque es muy arriesgado aventurar, donde va a jugar es en el plano internacional. En comparación, el papel nacional está muy disminuido. Pero negar que tiene cosas válidas es un error. No quererle como presidente de nuestro gobierno es otra cuestión. Pero no me importaría tenerle en la OTAN. Además está lejos.

-Dice en el libro que la primera idea que tuvo de Pedro Sánchez es que «no era de izquierdas y estaba bastante a la derecha de Zapatero». ¿Sigue pensando lo mismo?

Por supuesto. Él es una víctima de sí mismo y de su afán de poder. Pero la alianza que tiene ahora él la repudiaba. Estoy seguro de que muchas noches no ha dormido por estos señores, como dijo. Hoy, por oportunismo, nos habla de que sus enemigos son la presidenta del Banco Santander o el de Iberdrola. Eso es falso. Él se entiende mucho mejor con ellos. Miguel Sebastián, Jordi Sevilla o Pepe Blanco, como sus mentores, coinciden en que era un liberal avanzado. Y creo que lo sigue siendo.

-Rememora un paseo por Oviedo en el que llegó a la conclusión de que «no cooperaría a derribar la Corona». ¿Cómo ve el momento actual?

La Monarquía no ha caído porque el PSOE no ha querido. Ya está. Las relaciones son sustancialmente buenas. Otra cosa es que se hayan equivocado en gestionar los últimos tres años de la Monarquía. La salida de Juan Carlos ... creo que más propiciada por algunos individuos en La Zarzuela que por algunos en La Moncloa, eso lo digo muy claro, ha sido un dislate del que a saber cómo salimos. No será Pedro Sánchez el que acabe con la Monarquía en este país. En ese sentido tengo plena confianza en Pedro Sánchez. En ese, solo en ese, en otros, no.