Compromís y Chunta advierten al PSOE de que retirarán su apoyo si hay financiación singular sólo para Cataluña: «Es una línea roja»
En Sumar restan importancia a la postura más dura de dos de sus aliados hasta la fecha y aseveran que «la estabilidad del Gobierno está garantizada»
El Gobierno acusa al PP de no tener propuesta en financiación mientras oculta la suya para Cataluña
Los socios de Pedro Sánchez se «plantan» ante la financiación singular en Cataluña que ERC exige al PSOE a cambio de la investidura de Salvador Illa. Compromís y Chunta Aragonesista (CHA), ambos en Sumar, se «plantaron» ayer, reclamando a los socialistas extender también el modelo al resto de autonomías. De lo contrario, advierten ambas formaciones para las que el asunto de la fiscalidad siempre ha sido una «línea rojísima», romperán su acuerdo de Gobierno con el PSOE y Sumar en un momento en que «las mayorías están muy justas». Sin los cuatro diputados que suman los dos partidos, el secretario general de los socialistas se quedaría a uno de la mayoría absoluta de la que actualmente goza.
Desde Compromís, acusan a los socialistas de haber lanzado una propuesta «partidista» y sin «ninguna virtualidad política» sólo para colocar al líder del PSC al frente de la Generalitat y reivindican el hecho de llevar más de una década poniendo propuestas sobre la mesa para reformar el sistema de financiación del conjunto del Estado. El PSOE, opinan, está «jugando» tanto con Esquerra como con el resto de formaciones que brindaron su apoyo a Sánchez en la investidura, incluido ellos. Por ello, piden tratar el tema con «seriedad» y avisan de que cualquier reforma en nuestro país requiere de una mayoría parlamentaria que «en estos momentos no tiene [el PSOE]» a no ser que reconsidere también la situación específica de la Comunidad Valenciana.
Igual de contundente se muestran en CHA: «Si Cataluña tiene una financiación singular y Aragón no, Chunta Aragonesista no podrá dar apoyo parlamentario». Este fue el mensaje que ha lanzado este martes a los socios mayoritarios del Gobierno su único diputado, Jorge Pueyo, a la par que ha recordado que la financiación singular para Aragón figura también en su Estatuto y exigió a los socios que se haga realidad ahora que han abierto la puerta en Cataluña. Pueyo se «planta» ante la situación, si bien ha reconocecontribuir con ello al «ruido» y al «bloqueo» del Ejecutivo. El mismo al que ahora echa en cara el incumplimiento de su acuerdo: «Pactamos todo esto con Sumar y PSOE» y sin Aragón, recuerda, no hay una mayoría suficiente para aprobar nada.
Tanto Compromís como CHA dejan claro que lo que les «parece mal» no es lo que tengan sus vecinos, sino que el modelo no se abra a todas las autonomías: «No es un conflicto entre territorios, esto sólo lo genera el PSOE haciendo diferencias».
Mientras tanto, en Sumar se abre una nueva grieta a pesar de que su portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, reste importancia al tono bronco de dos de sus aliados regionalistas, que se han mostrado más duros que nunca hasta la fecha, y asevere que «la estabilidad del Gobierno está garantizada». Errejón entiende su postura, ha dicho, pero pide calma ante este «inflamado» debate porque no existe ninguna reforma de financiación autonómica sobre la mesa. Lo que es seguro es que el grupo parlamentario acordó el lunes la creación de una comisión interna sobre fiscalidad para intentar llegar a un acuerdo entre los distintos partidos de la coalición. «Podremos sacar algo adelante», confían en Chunta al contrario que en Compromís, que avisa: «Si Sumar va más allá y toma partido, la crisis no será con el PSOE sólo, será con el PSOE y Sumar».
La voluntad de los magentas en el Congreso contrasta con las palabras de Movimiento Sumar. Ernest Urstaun, en calidad de portavoz de la formación que hasta hace poco más de una semana lideraba Yolanda Díaz, defendió horas antes de esa reunión del grupo parlamentario en el Congreso la singularidad fiscal en Cataluña, si bien no concretó, preguntado por ello, si dentro o fuera del régimen común. En la rueda de prensa habitual de los lunes, el también ministro de Cultura dijo que ve «lógico» que esta comunidad tenga su «singularidad», pues viene reconocida en su estatuto vigente y porque «el autogobierno catalán es distinto».
Atender a las «singularidades»
Desde el Gobierno y el PSOE se afanan en tratar de calmar las aguas y sostuvieron que su objetivo no es otorgar privilegios a Cataluña, sino atender las «singularidades» de todas las autonomías, motivadas por aspectos tan dispersos como la población, el envejecimiento o la distribución competencial. El asunto de la financiación «singular» para Cataluña ha copado buena parte de las preguntas de los periodistas tanto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros como en la comparecencia de Patxi López en el Congreso, y en ninguno de los dos casos aclararon si la opción de crear una suerte de cupo catalán, como exigen los independentistas, está fuera de la mesa. «Este Gobierno nunca ha hablado de concierto», ha dicho la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría. «Esa es la propuesta de ERC», ha desviado López. También han coincidido en señalar al Partido Popular por no ser capaz, según ellos, de poner de acuerdo a sus barones regionales y presentar una propuesta para el modelo de financiación.
Desde la calle Génova en cambio denuncian el «atropello» que pretende el Gobierno a cambio de garantizar la investidura de Salvador Illa y exigen la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). «La financiación no se pacta en una mesa camilla entre dos y en Ginebra. Tiene que ser un pacto en el que todos ganen mucho y todos cedan un poco», ha dicho Borja Sémper.
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