Sevilla FC

Entre lo bello y lo útil

Dejemos los debates para después de la batalla. Palanganas, lo más bello que hoy podemos hacer es ganar. Y lo más útil que hoy podemos conseguir es ganar también.

Los jugadores del Sevilla, en el césped del estadio del Lille SFC

19/10/2021
Actualizado 20/10/2021 a las 09:11h.

Está el palanganismo sumido en el debate de la jerarquía de valores balompédicos, de si lo que importa es lo bello del fútbol o lo útil de ganar aburriendo y dejando en la cara de sus seguidores un cierto parecido con esa mirada ... bovina que tienen las vacas viendo pasar los trenes. De ese debate no se libra nadie. Se porfía entre los más ardorosos seguidores de la secta del yonkigitanerismo. O los más sedentes ocupadores de cátedras de preferencia que hacen de Churruca, el de las pipas, no la gloria de Trafalgar, la expresión máxima de su tensión arterial sevillista. Lo bello o lo útil. ¿Tú de quién eres, palangana? Un debate sin número, sin estadísticas, que se empina para hacerse notar desde el imperio personal de lo subjetivo. Todo es subjetivo. Hasta los que dicen que hablan, piensan y se expresan con absoluta objetividad. Camelo. Todo es subjetivo. Y máxime cuando se opina desde los inputs que recibe el corazón de lo que se quiere, se ama, se adora y se idolatra. ¿Se puede ser objetivo con algo que llevas tatuado en la sangre, joder? Imposible. Por eso el debate entre lo bello y lo útil en el que se enreda el sevillismo con todo el derecho del mundo, es tan necesario como el pitido de fuga de vapor de la olla a presión de aquellos que se sienten sufridores y damnificados por un juego aburrido. Y posiblemente tan irrelevante como casi todo lo que se fundamenta en lo emocional despreciando los números. El Sevilla me durmió, literalmente, en la primera parte del pasado domingo. Luego me encendió de nuevo la pasión, al verme tercero en la Liga , con menos goles que nadie en portería propia y con un partido pendiente de jugar.

Nada de ese debate me preocupa hoy. Lo dejo para cuando otra vez me duerma el equipo y luego me despierte en puestos de objetivos alcanzados. Digamos que lo bello y lo útil, en la Liga pueden esperar. Lo que no tiene espera ninguna es lo que hoy nos jugamos en Lille . Ojo que si nos trompean nos vamos muy cerquita de la venta. Así que dejemos los debates para después de la batalla. Palanganas, lo más bello que hoy podemos hacer es ganar. Y lo más útil que hoy podemos conseguir es ganar también . Nunca como hoy contra el Lille convergieron tanto lo bello y lo útil. Ganar, ganar y ganar. Y todo lo demás es irrelevante. Hoy, Sevilla de mi alma, soy capaz de aguantarte un tedio de cuarenta y cinco minutos con los ojos de la vaca que mira pasar el tren si, finalmente, el fútbol control que nos lleva hasta donde estamos, nos hace ganarle al que fuera el pasado año campeón de la liga francesa. Hoy me da igual la escuela cuya estética pongamos en práctica: la sevillana o la ferrolana. La menotista o la bilardista. La juandista o la lopeteguiana. Lo único importante, lo único vital, es meterles a los gabachos uno más de los que ellos nos puedan meter.

El pragmatismo siempre es hormigón armado. Hablando en términos estéticos. Pero de hormigón es la cúpula más hermosa de la antigüedad: la del panteón de Agripa en Roma. Hormigón y una cachimba de cloroformo me hinco hoy si el Sevilla se viene para Nervión con los tres puntos. Reconócelo: hasta el más exigente esteta alcanza el orgasmo con un resultado favorable . Ganar es el paraíso. El satisfyer del resultadista. Y para conseguirlo habrá que sudar sangre. No me asusta. Porque este equipo sabe sudar sufrimiento y trabaja como un levantador de piedras. Eso no se lo discute nadie. Y las guerras son para ganarlas no para conseguir medallas a las Bellas Artes. En todo caso, si de medallas hablamos, que sean al valor y a la entrega. Ambas consideraciones que se maman en este club desde que las camisetas son más grandes que los niños. Salten al campo, hagan los deberes y enseñen las guadañas si la batalla lo exige. Y luego regresen que hace un tiempo precioso para disfrutar lo ganado. Ya veremos si fue por lo bello, lo útil o por ambas cosas a la vez...