El puto Sevilla
«Hoy viene el Cholo club de fútbol, un equipo otrora correoso, pragmático y campeón que tampoco parece respirar con facilidad»
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Iniciar sesiónDesde el pasado miércoles tarde, donde dejamos una bosta indecorosa en el casi colegial campo del Andratx, reflejo fiel de una vergonzante eliminatoria ante un equipo de entusiastas y valientes panaderos, jardineros y cristaleros, el sevillismo se sube por los alicatados. Mientras otros equipos de ... su nivel salen airosos de sus compromisos coperos con la humildad futbolera de divisiones subterráneas, al Sevilla se le hacen episodios epopéyicos salvarlos, dejando en las cabezas de muchos aficionados un huracán que destroza el sólido edificio de su fe en el equipo y…en determinados planteamientos del entrenador. A veces más conservador que Blas Piñar; a veces más temeroso que un gremlins en una piscina. No obstante, el entrenador sigue acaparando números de plusmarca elogiosa. Hasta el punto de que se levanta un desfiladero de dimensiones geológicas entre lo que suma el equipo y el juego que despliega. Es segundo en la Liga pero le cuesta tres mundos y una tanda de penaltis eliminar al Córdoba y al elogiable pundonor del equipo mallorquín. Atados a esas certezas, muchos aficionados, han contado los días hasta hoy sábado con menos fe de la aconsejable, embrionando en su imaginario la fatalidad de que el equipo está muy malito, tan arringado como una trasera de palio subiendo la cuesta del Rosario. Y que no da para más.
Tanto el partido de hoy como el del próximo miércoles ante un Barcelona en bancarrota y en plena reconstrucción, son fundamentales para nuestra cuenta de resultados. Para no abandonar esa parte alta del edificio donde queremos vivir. Pero llegamos a esos dos compromisos no solo con los datos objetivos e indiscutibles de que estamos más cerca de convertirnos en el Virgen del Rocío que en una escuadra de fútbol; también va creciendo en nuestro estómago de santos sufridores la acidez de que no solamente se ha abdicado de la plástica en nuestro fútbol, sino que también hemos dejado de convencer, pese a que se ganan partidos con flores en el culo o con palmeras como las de Marraquech. También, antes de la plaga de lesionados, se ganaban partidos por absolutos méritos propios. La montaña rusa en apogeo de subidas y bajadas de ánimo se ha hecho consustancial a este Sevilla de los sufridores. Pero la gente se dice que es normal sufrir con el Bilbao, con el Valencia o con el Villarreal. Lo que no tiene un pase es sufrir con el Córdoba y con el Andratx. Eso no se lo traga el sevillismo ni con dieta blanda.
Hoy viene el Cholo club de fútbol, un equipo otrora correoso, pragmático y campeón que tampoco parece respirar con facilidad. Es el equipo del Wanda uno de los de nuestra Liga, directísimo competidor por una plaza Champions para la próxima temporada, si antes el Sevilla no explosiona en mitad de la cuesta del Rosario. No dudarlo: nos tocará sufrir. Más que un chino sin fideos. Nos tocará apretar los dientes, rechazar cualquier flaqueza de ánimo y mantener la cabeza tan fría como caliente el corazón. En Mallorca vimos cómo una serie de jugadores tiraron la camiseta con ese desdén que el sevillismo no suele olvidar y apunta en su lista negra. Hoy la camiseta debe salir libre de sospechas, con el escudo en 3D y el objetivo innegociable de devolverle a la afición la confianza, la fe en un equipo que empieza a hacer dudar a los suyos. Hoy más que nunca, como ha sido casi siempre, debe aparecer el puto Sevilla, ese carácter capaz de llevarle la contraria al destino para encender la admiración de los descreídos. Hoy nadie quiere al Sevilla de la Copa. Hoy, sufriendo lo que haya que sufrir, queremos al puto Sevilla, ese insulto que nos define y condecora…
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