Sevilla - Chelsea: Giroud saca los colores al plan de Lopetegui (0-4)

Los primeros contratiempos para el Sevilla llegaron demasiado pronto, en el mismo calentamiento . Sin Bono, convaleciente por coronavirus, Vaclik se cayó del partido por molestias y tuvo que dejarle los guantes al joven Alfonso Pastor . El portero del filial, nacido en Bujalance hace 20 años, se enfrentaba así a su debut inesperado en la Champions. Pese a la goleada, fue el único que estuvo a la altura, muy atento y rebajando con personalidad el aluvión de llegadas que exhibió el Chelsea. No era fácil su papeleta.

Y es que el Sevilla FC sufrió , se vio claramente superado desde que el portugués Artur Dias decretó el arranque del choque. Lopetegui optó por rotar a casi todo el equipo y desnaturalizó su propia idea. La decisión era quizá necesaria, pero arriesgada ante un rival sobrado de potencial y calidad. Sergi Gómez entró en la zaga para vivir su peor día como sevillista, en sustitución de un Koundé al que el equipo siempre echa de menos, mientras que al centro del campo regresó Rakitic, acompañado de los dubitativos Gudelj y Óscar Rodríguez . En posiciones ofensivas, ni Idrissi , que estrenaba titularidad, ni En-Nesyri anduvieron finos. Fue el Mudo Vázquez , otra de las novedades del once, el que más lo intentó... sin alharacas.

Los de Lampard impusieron su ley desde el principio. Pulisic avisó primero con un remate dentro del área, demasiado cómodo, que se marchó muy cerca del palo derecho de Alfonso. ¡Al norteamericano no lo marcaba nadie! Las alarmas saltaban. Éste no era el Sevilla FC. Las concesiones atrás se fueron amontonando, una tras otra. Había pasillos enormes, de todos los colores para los atacantes londinenses. El equilibrio brilló por su ausencia en una línea de contención sevillista presa de los nervios .

Sergi Gómez dilapidó su oportunidad para subirse al carro... como los Idrissi, Óscar, Gudelj y compañía. Siete minutos tardó el Chelsea en golpear. Havertz trazó un eslalon maratoniano, conectó con Giroud y el internacional francés no perdonó, poniéndola lejos del alcance del portero sevillista. 0-1. Pasividad defensiva total en un Sevilla desconocido. Nadie paró al asistente del Chelsea y Giroud, soberbio en la noche sevillana, clavó a Rekik con su giro y sentó luego a Diego Carlos para anotar.

Apenas reaccionó el Sevilla FC con un remate de cabeza del propio Diego Carlos en el que los locales reclamaron manos dentro del área de un defensor inglés. Nada de nada. La consulta posterior del VAR no apreció acción punible. Es más, el acercamiento tornó en mero espejismo. El debutante Alfonso, el mejor del Sevilla, evitó incluso el segundo tanto del Chelsea salvando un mano a mano espléndido ante Pulisic . En el saque de esquina posterior, sería el Mudo el que se empleó a fondo en tareas defensivas al sacar sobre la misma línea de gol el remate de Rudiger.

Espeso, muy bajo el Sevilla FC en los primeros 45 minutos. Y Rakitic, perdido en el laberinto de la mediocridad de su equipo. Con la mínima desventaja en el marcador, el partido se marchó al descanso para los locales. Por desgracia, absolutamente nada cambiaría en la reanudación. La imagen de los sevillistas siguió cayendo en picado hasta entregarse totalmente a un adversario autoritario, dueño indiscutible del choque.

Gudelj amagó con nivelar el marcador dibujando una excepcional volea a pase de Navas. Sin embargo, todos los honores de la contienda estaban reservados para el Chelsea y para su estelar figura de la jornada, Olivier Giroud . El francés se coronó en el Sánchez-Pizjuán con t res goles más para completar un póker perfecto. A los 53 minutos, aprovechó una asistencia de Hudson-Odoi para superar con pasmosa suficiencia a Sergi Gómez y batir de remate picado a Alfonso. En el 73, amplió su renta con un gran cabezazo a servicio de Kanté. Y para cerrar la exhibición, también anotó de penalti... cometido sobre él mismo por el desafortunadísimo Sergi Góme z, que salió en todas las fotos. Horrible el Sevilla FC. Apenas se salvó su bisoño portero, que firmó alguna parada más de mérito en la segunda mitad, espantando así un mayor deshonor para los 'mayores'. Lopetegui terminó tirando de los titulares para maquillar el desastre, pero ni por ésas...