Betis

Cumpleaños Fekir

Hoy que Nabil cumple 29 años hay que decir que queremos que se quede en el Betis y brindar por ello, sabiendo, eso sí, que la aspiración del club no debe ser perpetuar a sus estrellas, que no es posible, sino desarrollar la capacidad para reponerlas bien

Hace unos días leí que Nabil Fekir estaba en el escaparate. Por duplicado. Quiero decir que lo leí en un par de sitios, no que estuviera dos veces en el mercado, claro. De todas formas, no presté mucha atención al asunto, he de reconocerlo. No ... me parecían fuentes muy fiables aquellas y en cualquier caso hay que tener en cuenta ante este tipo de cosas que es el momento para que desbarre cualquiera por la desesperación de conseguir un manojo de clicks. «Es el verano, estúpido». Luego empezó el debate en las redes. Como cabía esperar, por aquí y por allí aparecieron los tuiteros que afirmaban saber de primera mano que, en efecto, el astro bético estaba en el mercado. ¿Y qué significa eso? Que podría irse del Betis este verano. Que algunos equipos podrían estar haciendo cuentas para abordar su fichaje, o que el club podría andar buscando un traspaso para cuadrar las suyas. Vaya usted a saber. Ay el condicional… Inmediatamente llegaron los desmentidos. Nunca oficiales, por supuesto, sino a través de periodistas normalmente bien informados de la cosa bética.

Hasta aquí, nada que pueda sorprendernos dadas las fechas. Sin embargo, pasados unos días, esos mismos periodistas fiables que habían anulado la posibilidad del traspaso de Fekir empezaron a admitir la posibilidad de que la entidad albiverde se planteara traspasar a su estrella si la operación pudiera reportar al menos cuarenta millones de euros a las arcas del club. «Algo está pasando», pensé.

¿Se plantea de verdad el Real Betis el traspaso del talentoso centrocampista que llegó del Lyon, o estamos ante una serpiente más de este verano en el que parece que todo tarda en pasar? Como he escrito en otras ocasiones, hace mucho que el mercado de fichajes no me acelera. Cruza las informaciones interesadas, la prisa de los periodistas despistados, la aproximación de los que están bien orientados y las noticias falsas puras y duras, así que es muy difícil saber qué es verdad y qué es mentira. Qué está bien tirado y qué es un rumor de mal fundamento. No es demasiado tiempo el que hay que esperar para saber lo que haya de cierto en cada caso, y encima, hablando ya de nuestro club, ocurre que de un tiempo a esta parte se trabaja con la discreción y el sigilo que hace falta, y que trascienden muy pocas cosas de las gestiones que realiza la secretaría técnica. Al final, en este campo se mueve francamente bien Antonio Cordón, pero es que desde que rigen los destinos del club Ángel Haro y José Miguel López Catalán, en esto ha ganado mucho el club. No es fácil saber qué es lo que se está pergeñando en cada momento, y cuando se sabe es, casi siempre, porque en el club interesa.

Sin dramas…

Las redes están llenas de no periodistas queriendo dar noticias. Son un cementerio del rigor y un laberinto de emociones para los aficionados de necesidades más urgentes. Pero pasando los años uno se va dando cuenta de que no merece la pena ocuparse de esto. Dicen que nos pasamos la vida preocupándonos de cosas que no van a suceder, y quizá esta sea una de ellas. Me refiero al eventual traspaso de Fekir, por supuesto. Porque, ¿y si de verdad se vende? Aquí viene la segunda parte de la cuestión. El drama. No hay traspaso, pero sí hay reacciones al mismo. Son de todo tipo, pero pocas mesuradas. La mayoría pintan un escenario apocalíptico si el franco-argelino se marcha, y pareciera leyendo y leyendo que no habrá Betis después de Fekir, ni habrá Ingeniero, ni habrá nada. En este punto, servidor, que es admirador de la mejor versión del volante bético, se pregunta hasta dónde llega la dependencia que de él tenga el equipo, si es que realmente existe. ¿Existe?

No cabe duda de que el rol de Fekir en el excelente Betis del año pasado fue muy relevante, hasta el punto de convertirse en una verdadera referencia no ya del equipo, sino de la Liga, y desde luego imprimió carácter al cuadro verdiblanco. Sin él, seguramente, el fútbol bético habría sido otro. Diferente. Y el que vimos nos gustó, por lo que queremos, lógicamente, que todo siga igual. Lo que funciona no se toca.

Pero diferente no significa ni mejor ni peor. Entiendo a quien cree a pie juntillas que más vale malo conocido que bueno por conocer, pero diferente no significa ni mejor ni peor. ¿Es posible que el Betis pierda valor y solvencia si Fekir se va? Lo es. ¿Es posible que sea mejor equipo? También. Lo es. La clave no es la pérdida, sino la reposición. Y quien esto firma, sinceramente, cree que el club ahora mismo es capaz de hacer una buena reposición. Con convicción plena.

No quiero que Nabil Fekir abandone el Betis, quede eso claro. Me gustaría seguir disfrutando de su creatividad y de su pericia con la pelota, y de sus goles. Es un futbolista imprevisible y muy difícil de marcar. Determinante. Un jugador llave. También es un jugador de defectos y riesgos. Usted y yo lo sabemos. Y queremos verle siempre en un nivel, pero no siempre está en ese nivel. De hecho, en los partidos finales de la pasada temporada, en los que el Betis se jugó el título de Copa y la clasificación para la Liga de Campeones, Fekir estuvo más bajo que en todo el tramo de la competición en el que, con brillantez, ayudó de forma capital al equipo a colocarse tan bien para el final de la temporada. Dicho de otro modo: completó una excelente campaña, mejor que las dos anteriores, pero no la redondeó como nos hubiera gustado.

Todo a la balanza

Podríamos decir que ha ido a más, y por ello que cabría pensar que este próximo ejercicio podría seguir mejorando, en cuyo caso podríamos fliparlo en colores, y discúlpeme usted la expresión, amigo bético y amiga bética. Pero todas las posibilidades están abiertas cuando hablamos del lionés y si sabido es que todo el mundo puede ser importante pero que nadie es imprescindible, cuando hablamos de este futbolista hay que tenerlo más en cuenta aún.

Hay que sopesarlo todo. El perfil, el rendimiento conocido y el no satisfecho; el talento y el carácter; la entrega y la desconcentración; lo que puede dar y lo que puede dejar si se vende bien; el hueco que deje y el que llena. Y hay que pensar también que no queríamos que se fuera Lo Celso y que Fekir hizo que nos olvidáramos rápidamente del argentino. En realidad, insisto, lo importante es la capacidad de resolver una transición de este tipo y de sustituir. El talento del club para la reposición. Esto es en verdad lo que hará más grande al Betis. Mi aspiración como bético de hoy no es retener a las estrellas que tenga el equipo, aferrarme a ellas como si después de ellas se acabara la vida. Mi aspiración es la confianza de saber que la entidad se maneja en una madurez profesional que le permita desenvolverse en los niveles más altos afrontando el relevo en la plantilla como algo completamente natural, inevitable y siempre seguro, porque nadie es eterno y todos los equipos, y el Betis el primero, han sobrevivido a futbolistas que en su momento parecieron irremplazables.

Aunque no quiero que se vaya Fekir, no me preocupa tanto que pueda salir como que el club no sea capaz de sustituirle para que el bloque mantenga su nivel, o lo mejore. He de confesar, por otro lado, que me apenaría más alguna otra baja, debo ser sincero, pero esto es harina de otro costal, como dice aquel. Sea como sea, nos pasamos la vida preocupándonos de muchas cosas que después no suceden, así que no nos aceleremos. Nuestro protagonista cumple hoy 29 años, así que cantémosle cumpleaños Fekir y brindemos por una cuarta temporada en verde y blanco. Que lo que tenga que ser, será.

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