Sesión de gimnasio y masaje, supervisión de los últimos preparativos, tiempo para los familiares y amigos... y descanso, en lo posible. Así ha pasado el austriaco Felix Baumgartner las 24 horas previas a su salto desde la estratosfera para intentar romper la barrera del sonido y batir el récord de caída libre. El clima acompaña y todo está listo para el comiezo de la misión.
Eva y Felix, los padres del deportista extremo (y sus mayores fans), llegaron a Nuevo México procedentes de Austria para apoyar su hijo en el gran desafío de su vida. Mostraron su satisfacción porque la larga espera de cinco años para que el proyecto Red Bull Stratos pudiera culminarse ha llegado a su fin. Durante este periodo, han visto a su hijo convertirse de atleta en experto aeroespacial.
«Sé que está perfectamente preparado», dijo Eva. «Me hace muy feliz que pueda realizar el sueño de su infancia, trabajó muy duro para ello. Tiene un gran equipo a su alrededor. Lo que se ha creado aquí es simplemente alucinante».










