Los diarios de Bono
El próximo martes, día 25 de septiembre, se presentará en Madrid, en el hotel Intercontinental, las memorias de José Bono, que han levantado expectación tanto en el mundillo político como en el ambiente social, porque el que fue presidente de Castilla-La Mancha, ministro de Defensa y también presidente del Congreso de los Diputados seguramente tiene muchas confidencias que contar.
Nos interesa como toledanos, principalmente, sus vivencias como mandamás por la región, ya que puede explicarnos los principios autonómicos del territorio por donde cabalgó Don Quijote con los pormenores acerca de una situación de carácter democrático desconocida hasta entonces en el mapa nacional.
Un servidor conoció a Pepe Bono cuando daba un mitin en Argés, defendiendo las posturas del partido del profesor Tierno Galván -ya ha llovido desde entonces en los pantanos, aunque el agua siempre se ha ido para Murcia- y siendo un joven abogado laboralista que prometía en los entramados políticos.
Después, conquistó su meta más inmediata la presidencia de la Junta, y desde entonces fue revalidando legislaturas por mayoría absoluta, hasta que se despidió por motivos propios para buscar acomodo en tareas de más altura.
Los diarios de José Bono pueden sacar a la luz historias sobre sus colaboradores, al igual que impertinencias de actuación de sus adversarios más inmediatos, pero lo que está claro es que a nadie dejará indiferente este desahogo literario y personal, porque existen muchas incógnitas a despejar que posiblemente el autor se atreva a esclarecer para ganarse la confianza de sus lectores.
Y por la biografía pasarán dimes y diretes, tropezones, asentamientos de personalidad, cambios de actitudes, resquemores y todo aquello que puede transmitir, si le apetece, un político de garra como es el caso. Además, su editor le ha pagado un pastón por desnudar una parte de su interesante trayectoria.
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