Rudisha no descifra la lluvia

El keniano David Rudisha, dominador absoluto de los 800 metros, campeón olímpico en Londres con récord del mundo sobre el tartán del estadio de Stratford, había perdido hasta este miércoles sólo dos carreras desde 2009. En ambas llovía. Como sucedía también esta noche en Zúrich, escenario de la Diamond League en el que se le ha escapado la tercera prueba desde la semifinal de los Mundiales de Berlín.

Después de aquella tarde, siguió su racha como invicto hasta que en septiembre de 2011 se encontró con el etíope Mohamed Aman, 17 años entonces, sobre la pista repleta de charcos de Milán. Esa noche se vio superado por el joven en los últimos 60 metros de la recta de meta. «Era muy difícil calentar, me sentía muy cansado. Es lo mismo que pasó en Berlín», reconoció.

El mismo escenario y el mismo rival que esta noche en Zúrich. Rudisha se lanzó como siempre desde el comienzo, esta vez detrás de una liebre. Pero, al contrario de lo que sucede siempre, el grupo le dio alcance en los últimos 200 metros. Y Aman, que ahora tiene 18 años, volvió a derrotarle, con 1:42.52, récord de Etiopía y décima mejor marca de la historia.

«Sentía las piernas cansadas y no puedo correr bien si el tiempo no es bueno. Estoy un poco decepcionado», explicó Rudisha después de su nueva derrota, con 1:42.81, casi dos segundos más que su estratosférica marca de Londres, los inalcanzables 1:40.91, la única carrera de la historia por debajo de 1:41.00. De nuevo estrellado contra la lluvia. Y contra el emergente Aman.