Un «hacker» abre esposas policiales duplicando llaves de plástico
El responsable de su difusión ha servido como asesor de la policía alemana

Criminales informáticos utilizan a diario sus «habilidades tecnológicas» para acceder a ciertas informaciones restringidas. A golpe de «click» descifran contraseñas, códigos, datos personales o cualquier objeto valioso susceptible de ser «hackeado».
El tiempo vuela y lo que ayer era lo último de lo último, hoy se ha quedado atrás. Lo mismo ocurre, elevado a la máxima velocidad, en cuestión de delitos cibernéticos. Esta viernes se ha desvelado que mediante la utilización de claves impresas 3D , un pirata infórmatico puede abrir esposas de alta seguridad que usa la policía para reducir a los delincuentes.
El responsable de que este hecho salga a la luz, es un consultor de seguridad alemán que se hace llamar Ray , quien mostró en una conferencia de «hackers» en Nueva York , como la tecnología del S.XXI avanza hacia límites totalmente insospechados. .
Ray , quien ha servido como asesor de la policía alemana, dice que no está difundiendo esta información con la intención de ayudar a los delincuentes, sino para dar a conocer más ampliamente, el tema de seguridad. «Contamos lo que todos saben, tanto los «hackers» como la policía ». Al mismo tiempo, pone de relieve un serio problema en materia de seguridad, «tienen que saber que todas las esposas nuevas que compran van a tener una clave que puede ser reproducida».
El consultor de seguridad explica que utilizó una impresora láser de corte sobre una placa de policarbonato Lexan para producir versiones de plástico de llaves de acceso para las esposas de alta seguridad fabricadas por la compañía inglesa «Chubb» y la empresa alemana «Bonowi» .
Detector de «Chubb»
Las esposas provistas de una cerradura con detector de «Chubb» posibilitan el bloqueo de la misma, si alguien intenta forzar su apertura. Ray dice que compró una llave «Chubb» a través del famoso portal de compra-venta eBay y posteriormente obtuvo la clave de acceso «Bonowi» de una fuente que no quiso revelar. Con el camino ya trazado, Ray solo tuvo que duplicar las llaves maestras para dejar en evidencia los tradicionales métodos de seguridad.
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