Un atasco veraniego impidió que la masacre de Oslo fuera aún peor
Un mal calculo de las condiciones del tráfico retrasó el plan de Breivik

Los ataques en el complejo gubernamental y el campamento juvenil socialdemócrata noruegos habrían sido aún más sangrientos de no haber sido por un atasco. Según revela hoy el diario noruego « Aftenposten» , Breivik ha admitido ante la policía que su plan se demoró porque calculó mal y no contó con los atascos propios del fin de semana.
La cronología hasta ahora conocida de los hechos de ese viernes 22 de julio arrancaba a las 13.26 GMT (15.26 hora local) en que estallaron los 500 kilos de explosivos depositados en una furgoneta alquilada Volkswagen aparcada en el centro.
Ocho personas murieron en esa explosión, tras lo cual Breivik siguió en otro auto, asimismo alquilado, hasta personarse a las 15.08 GMT en uniforme policial en la isla de Utøya, donde tras asesinar a decenas de personas fue detenido a las 16.27 GMT.
Antes de salir para el primer atentado pasó por su casa familiar, donde vive su madre, y escribió los últimos párrafos de su «Manifiesto» de 1.500 páginas , que envió a las 10.51 GMT a 1.003 direcciones de correo electrónico.
Atasco veraniego
El primer trayecto se demoró más de lo calculado y la mayoría de los funcionarios ya había salido. El siguiente viaje a la isla duró asimismo más de lo previsto, de manera que ya habían partido algunos invitados, como la ex primera ministra Gro Harlem Brundtland.
La primera llamada de auxilio se produjo a las 15.27 GMT; los agentes del cuerpo especial llegaron a la orilla del fiordo a las 16.07 GMT y alcanzaron la isla a las 16.25 GMT. El plan que Breivik había preparado durante años, según cuenta en su «Manifiesto», no previó ese atasco veraniego.
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