«Lluvia» de color
El Corpus llena las calles de pétalos y recupera tradiciones en pueblos y ciudades de Castilla y León

La festividad del Corpus Christi volvió a llenar ayer de color y aromas las calles de numerosos pueblos y ciudades de Castilla y León, en las que la tradición pudo con el sofocante calor que pegó con fuerza. Modestas y declaradas de interés turístico, cristianas y de componente más pagano, las celebraciones fueron las protagonistas del domingo.
En la localidad palentina de Carrión de los Condes, las calles se cubrieron con una alfombra floral de casi dos kilómetros de longitud elaborado por más de 400 vecinos durante más de seis horas para celebrar para celebrar el Corpus. Miles de personas presenciaron el cortejo que pasó sobre el colorido tapiz y las calles y balcones engalanados con mantones y estandartes, con los niños de Primera Comunión como protagonistas, informa Ical.
También en el pueblo salmantino de Serradilla del Arroyo y el vallisoletano de Olmedo se desplegaron sendas alfombras kilométricas de pétalos para honrar al Santísimo Sacramento, que procesionó acompañado por los pequeños, al igual que en buena parte de los pueblos y ciudades de la Comunidad.
Los más pequeños, pero en este caso bebés, fueron los protagonistas en la localidad burgalesa de Castrillo de Murcia de la tradicional fiesta del Colacho, que se remonta al año 1621 y en la que se representa el triunfo del bien sobre el mal. El acto central de la jornada fue la bendición de los niños con el famoso salto del Colacho sobre ellos, que representa que Satanás de Jesús.
La localidad leonesa de Laguna de Negrillos revivió también ayer el desfile del San Sebastián y su peculiar taconeo entre la iglesia de San Juan Bautista y la ermita de Nuestra Señora de Arraba. Pablo Verdejo, un joven de 25 años del pueblo, fue el responsable de encarnar en esta ocasión a este pintoresco personaje, característico por su inconfundible manera de caminar, durante un recorrido de tres horas de duración, bajo un intenso calor, informa Efe.
Y entre las muchas tradiciones revividas ayer, en Béjar (Salamanca), los «Hombres de Musgo» recordaron también con motivo del Corpus la reconquista cristiana de esta villa ducal, que hasta 1267 estuvo en manos de los árabes. Enfundados en sus trajes elaborados con musgo, seis bejaranos evocaron en esta Fiesta de Interés Turístico Nacional la historia que cuenta que con esta indumentaria hicieron creer a los árabes que eran seres sobrenaturales y huyeron despavoridos.
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