¿Puede perjudicarme comer carne de caballo no apta para el consumo?
Los animales destinados para otros usos no están sometidos a los mismos controles veterinarios, pero la posibilidad de riesgo para la salud es muy remota

La «operación Cavall», en la que la Guardia Civil ha desmantelado una trama dedicada a introducir caballos en los mataderos con su documentación falsificada o alterada para destinarlos al consumo humano, puede plantear dudas sobre las consecuencias del fraude. Aquí van las respuestas a algunas posibles preguntas.
¿En qué consistía el fraude?
La organización que desmantela la Guardia Civil introducía caballos en mataderos de toda España falsificando o alterando sus documentos identificativos y de control sanitario para que la carne de los animales sacrificados se destinara al consumo humano.
¿Existe algún riesgo para la salud del consumidor?
Aunque aún se investiga si la carne ha podido llegar al consumidor final, el Ministerio de Sanidad afirma que no hay «ningún indicio» de que lo haya. El principal problema que podría darse sería que se hubiera administrado al animal algún medicamento perjudicial para el ser humano, pero tendría que ser a través de dosis prolongadas y en grandes cantidades.
¿Qué productos administrados podrían ser perjudiciales?
El principal problema que pueden presentar para la salud humana los caballos que no están destinados a ello es el empleo de la fenilbutazona, un antiinflamatorio para tratar la artritis y otros traumatismos. El presidente del Consejo de Veterinarios de España y catedrático de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, explica que puede ser perjudicial para los humanos «cuando se toma una dosis reiterada y a ciertos niveles». La legislación europea es clara a la hora de prohibirlo en carne para consumo humano. Además, explica que otros medicamentos veterinarios para variadas enfermedades, así como pesticidas o fungicidas, podrían llegar también a afectar a la salud.
¿En qué se diferencia de otro un caballo para el consumo?
Desde el punto de vista de la carne en sí, no hay diferencias. El problema es que un animal destinado al consumo humano debe estar sometido a los controles pertinentes, tanto veterinarios como de trazabilidad (seguimiento desde su origen hasta el consumidor).
¿Podría destinarse al consumo un caballo de carreras?
El destino final que se le dé al animal puede cambiar, pero siempre que cumpla unos procedimientos y controles adecuados. Por ejemplo, si ha sido tratado con algún fármaco, debe pasar un tiempo prudencial para que su cuerpo lo elimine.
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