Resurgir valencianista

El paupérrimo bagaje de los dos únicos concejales logrados por Avant en Albal no ha hundido, ni mucho menos arredrado, a la amalgama de partidos de esta órbita. Al contrario, desde los comicios del 24 de mayo se ha producido un rebrotar de la afiliación. Jaume Hurtado, prohombre de Som Valencians, habla de 90 militantes más. La entidad cultural Plataforma Valencianista, timoneada por Alex Esteve, ha pasado de 340 a 457 inscritos en este mismo periodo y ya planea un concurrido acto reivindicativo para el 9 de octubre.

Más datos. Demócrates Valencians anuncia que ha enrolado a cinco ediles independientes de Cerdà y Campello y que puede ampliar su red a Alberic. La Renovacio Politica de Benjamín Lafarga también destaca el crecimiento de militantes, mientras que Agustí Zacarés, el candidato de Poble a presidir la Generalitat, ha revivido con garbo por el ánimo de sus conmilitones para seguir en la brega. Mientras, Unio, con Raúl Cerdà a la cabeza, prepara su XV aniversario, que cumplirá el 28 de noviembre, con una cascada de actos otoñales. Sin olvidar a Units x Almàssera, formación de ámbito local que ha logrado dos ediles.

¿Qué está sucediendo? Recurriendo a un símil del reino animal –y sin ánimo de ofender– aquí va como respuesta un proverbio armenio: «Los perros que se pelean entre ellos se unen contra los lobos». La eclosión de Compromís ha azuzado el enjambre valencianista.

En lugar de sumirse en su depresión cíclica por los pésimos resultados cuatrienales, han levantado la cabeza para plantar cara al que consideran su sempiterno enemigo. Antes de organizar sus tropas les recordaría la sentencia del escritor Richard Stengel: «tener un enemigo común no es base para una amistad verdadera». Hace falta algo más.