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Los poderosos tentáculos económicos de Peter Lim siguen creciendo cada año

Los beneficios son el denominador común de las decenas de empresas que tiene en propiedad o participa de ellas

Los poderosos tentáculos económicos de Peter Lim siguen creciendo cada año efe

manuel conejos

La compra del 70% de las acciones del Valencia Club de Fútbol por parte de Peter Lim Eng Hock ha puesto los focos de la atención mediática de la capital del Turia en el magnate asiático. Sus apariciones fugaces y su vida «bunkerizada» en Singapur no hacen fácil seguirle el rastro pero sí lo es detectar sus inversiones. Nada especialmente opaco. Actualmente Lim, de 61 años de edad y padre de dos hijos fruto de su primer matrimonio, es la novena fortuna de Singapur y la revista Forbes le atribuye un patrimonio de 2.500 millones de dólares.

[Lee aquí la primera entrevista a Salvo tras la venta del Valencia]

Sus tentáculos financieros empezaron a crecer en 1991 con una inversión de 10 millones en la empresa agroalimentaria Wilmar International , que luego se unió a PPB Oils. Esta firma es especialista en el aceite de palma, en el biodiésel y la refinería de azúcar. Esa apuesta le proporcionó casi 600 millones de euros de beneficio. Wilmar es un gigante en Asia, donde es líder en distribución, y la mayor multinacional (trabajan 80.000 personas en todo el mundo) en la que Lim ha invertido para hacerse con el 5,57% del accionariado.

Sus competidores son Bimbo, Nestlé y Danone. Las acciones han subido un 1% el pasado mes y los beneficios de la empresa el año pasado fueron de 3.725 millones de euros. En esta participación Lim empezó a crecer como empresario y logró contactos muy fructíferos para su posterior desarrollo. Principalmente adquirió aliados de gran nivel en entidades financieras como HSBC, BNP Paribas, Deutsche Bank y Rabobank.

El mundo de la moda fue el siguiente objetivo de Peter Lim donde se adentró de la mano de la empresa de FJ Benjamin fundada en 1959. Este emporio aglutina en su interior a firmas del prestigio de Guivenchy, Guess o Gap, entre otras. El magnate singapurense, nuevo dueño del Valencia CF, adquirió un paquete accionarial del 11,4%. La empresa tiene 212 tiendas y 3.000 empleados y en 2013 obtuvo 22 millones de euros de beneficios.

El glamour que siempre acompaña a la velocidad también han cautivado con el paso del tiempo a Lim , quien a título individual ya demuestra su pasión por los coches en el garaje particular de su residencia en Ardmore Park (un edificio de 11 plantas de su propiedad que está valorado en 100 millones de dólares) junto a la exclusiva Orchard Road de Singapur donde acumula una auténtica colección de vehículos: Ferrari, Porsche y Lamborghini. Los jets privados también forman parte de su patrimonio pero, en este caso, son una herramienta necesaria para sus frecuentes viajes fuera de la república asiática.

Es por ello, que Lim entró a formar parte del accionariado de McLaren Automotive , aunque la marca británica mantiene el anonimato al respecto de qué porcentaje de sus acciones adquirió el magnate. La presidencia de este grupo está bajo el mando de Ron Dennis, de infausto recuerdo para Fernando Alonso, pero de cuya mano ha recorrido muchos de los circuitos de la F1 actual. La compañía dio un total de 5,5 millones de euros de beneficios en 2013.

La pasión del nuevo accionista mayoritario del Valencia CF por el mundo del motor le llevó en 2012 a formalizar su participación con la empresa estatal malaya UEM Land para construir un centro de deportes de motor integrado en la región de Johor Iskandar. El proyecto, cuyo coste se estima en 1.140 millones de dólares, estará en funcionamiento en el año 2016 y será gestionado por Fastrack Autosports , empresa de la que Lim posee el 70% de las acciones. Esta compañía también opera en el circuito de F1 que se construyó en Singapur y que es una de las pruebas más atractivas del calendario.

El desarrollo urbanístico es otra de las cuestiones que ocupa a este hombre inquieto y de visión amplia. A través de la empresa de inversiones Rowsley , de la que Peter Lim posee el 50% de las acciones, el magnate singapurense va a desarrollar el proyecto Vantage Bay que ocupará más de 9 hectáreas. Es un complejo residencial en Iskandar donde podrán vivir unas 25.000 personas y que creará 10.000 oportunidades de trabajo a través de la construcción y gestión del centro médico, uno de convenciones, otro centro comercial, un hotel y un rascacielos de 70 plantas que están proyectados en este ambicioso plan urbanístico.

Las cuestiones sanitarias son otra de las preocupaciones de Lim que, a medida que ha ido ganando enteros en posición social y económica, se ha involucrado más en proyectos humanitarios. Hace unos años presentó una oferta para la adquisición del 29,6% del accionariado de Thomson Medical Centre Limited . Esta compañía está especializada en ofrecer tratamientos ginecológicos y en pediatría en el sudeste asiático. El centro médico de Vantage Bay será gestionado por esta firma de la que participa Lim.

También posee Lim el 6,03% de las acciones de Healthway Medical Corporation que es la mayor red de centros médicos y clínicas privadas que ofrecen servicios de calidad en toda la cadena de atención primaria de salud, servicios dentales y especialistas de Singapur. Obuvo en 2013 unos beneficios de 25 millones de euros.

Lim, posee además varias empresas para realizar sus transacciones en diferentes sectores. La venta y la compra de acciones es constante, aunque normalmente no es una persona que desinvierta y trata de ir ganando terreno en el mapa accionarial de una compañía en la que ya ha invertido. En esta órbita de actuación se sitúan Sasteria Pte Ltd y Gilberta Investments Ltd que están destinadas a todas las operaciones que el magnate está desarrollando en Asia.

Para Europa es su compañía Meriton Holdings Limited la que se encarga de realizar las inversiones. Es por ello que ha sido la firma más visible para los seguidores del Valencia CF y con cuyos representantes ha tenido que negociar Bankia el acuerdo para refinanciar la deuda del club y el préstamo para la adquisición del 70% de las acciones que estaba en poder de la Fundación Valencia Club de Fútbol.

Con esta operación Lim ha mostrado su otra pasión, al margen del motor: el fútbol. Quality Sports Investments es su tarjeta de presentación. Controla este fondo de inversión, que tiene en propiedad futbolistas de gran prestigio a nivel mundial y asesora también en eventos deportivos, junto al agente de jugadores más poderoso del planeta, el portugués Jorge Mendes y también de la mano del exejecutivo de Manchester United y Chelsea, Peter Kenyon.

Precisamente el equipo de la Premier ha sido el que Lim ha exportado más en Asia con una red de bares temáticos, aunque el Valencia ha pasado a ser su prioridad, lógicamente y la pieza angular de la expansión y la difusión del fútbol en Singapur.

La faceta altruísta de Peter Lim está también fuera de toda duda y ha creado una beca de 10 millones de dólares administrada por la Federación Olímpica de Singapur (SOF) para nutrir los talentos deportivos locales y cuyo importe está destinado a familias que se encuentran en una precaria situación económica. Igualmente ha ayudado en la construcción de una extensa red de centros educativos en todo el sur de Asia.

Atendiendo a la diversidad religiosa de Singapur, Peter Lim, decidió dotar a la «Cátedra Peter Lim sobre Estudios para la paz» con 2,5 millones de dólares para el estudio de las relaciones entre las personas de distinta religión en la Escuela Internacional S. Rajaratnam en la república que apenas cuenta con cincuenta años de creación.

Es pues un perfil el el del empresario singapurense muy claro. Firme en sus inversiones, sin escándalos en su gestión y con una mentalidad organizativa mezcla de la cultura anglosajona y asiática. La negociación es siempre dura con él y la permanencia en sus inversiones en las decenas de empresas que posee o participa está fuera de toda duda. El Valencia está en buenas manos desde el punto de vista empresarial y solo falta por ver si podrá aplicar su organización al caprichoso mundo del balón.

La construcción del nuevo estadio, la reducción de la deuda, la profesionalización del club y la expansión comercial están en su punto de mira. El acierto de técnicos y jugadores es lo que no está a su alcance. Es el azar del fútbol el que puede hacer que Lim insista en hacer un Valencia más grande cada año (si los resultados llegan en dos o tres años) o replantearse su inversión si la suerte se le niega. Perseverancia, por lo visto en su trayectoria vital, no le va a faltar y parece que como dijo Chan Lay Hoon, hay Peter Lim para «muchos años».

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