el oasis catalán
Estragos
De los partidos a los ciudadanos, la transición nacional puede dividir a los catalanes entre el nosotros y ellos
EL proceso de transición nacional a la independencia impulsado por el nacionalismo catalán produce estragos. CiU ha perdido doce escaños y noventa mil votos. Y, según las encuestas, podría perder otros diez en las próximas elecciones. Unió -gracias al aventurerismo y la prepotencia de algunos de los líderes de Convergència que desacreditan a Duran Lleida y sus propuestas moderadas- podría barajar la posibilidad de la autodeterminación. Me refiero al proceso, de futuro incierto, que la llevaría a independizarse de Convergència.
De todo ello, se beneficia ERC. Un estrago. Ahí está la negativa de ERC -¿cómo se pagarán las nóminas de los funcionarios, las ayudas sociales y las facturas de los proveedores?- a aprobar los presupuestos. Más: ahí está la lista de nuevos impuestos que caerán en picado sobre la ciudadanía si tenemos en cuenta que CiU no puede decir que no a quien la mantiene -estrago sobre estrago- en el poder. Si hablamos de los socialistas, los estragos son evidentes. La apuesta por el llamado derecho a decir, que el PSC ha hecho suya, implica tensiones entre el socialismo catalán y el español, debilita el liderazgo de Navarro y Pérez Rubalcaba, deja al PSC al socaire de una CiU y una ERC que marcarán la agenda inmediata de la política catalana. Cosa que -sigue el estrago- generará nuevos conflictos que no beneficiarán a nadie. Ni siquiera -más allá del victimismo- al propio nacionalismo catalán. Sobre todo, al moderado.
De los partidos a los ciudadanos -el estrago que no cesa-, la llamada transición nacional puede dividir a los catalanes entre el nosotros y el ellos. Una dicotomía que, a su vez, encierra otras dicotomías: nuestra lengua y la lengua de ellos, nuestros medios de comunicación y los medios de comunicación de ellos, nuestra policía y la policía de ellos. Hay quien piensa salir del atolladero en el que se halla el «proceso» a través -¡se las piensan todas!- de unas elecciones plebiscitarias pro independencia. El estrago que nos faltaba.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete