Unión homosexual, no matrimonio
No salgo de mi asombro cada vez que oigo o leo lo de matrimonio homosexual, sobre todo en bocas responsables.
Si, según el diccionario de la RAE, matrimonio es la unión de hombre y mujer; para los franceses, «unión lègale» de un hombre y una mujer; y para los ingleses, «un derecho establecido entre un hombre y una mujer para vivir como marido y mujer», quiere decirse que todo lo que no sea así no existe realmente (por lo menos en estos dos países). Se puede decir que llamar matrimonio a la unión de dos homosexuales es como si llamásemos a la gasolina vitriolo.
En Suiza, país sensato donde los haya, acaban de legalizar (o reconocer) la «unión» de parejas homosexuales con todos los derechos, como seres humanos que son (y contribuyentes) y aquí, sin embargo, nos empeñamos en emplear ese término totalmente inapropiado, lo cual denota la falta de cultura o sobra de ignorancia en quien lo utiliza (y sálvese quien pueda). Está claro que se trata de una cuestión semántica, pero no política ni religiosa.
Antonio Lopera. Madrid.
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