Zapatero anuncia un informe con la deuda real de Renfe, GIF, AENA y RTVE, que ahora no computa como déficit
El Gobierno no descarta provisionar en los próximos Presupuestos una partida por un montante parecido al de la deuda de estos organismos, ante la posibilidad de que cambien los criterios de Eurostat para medir el déficit público
LA HAYA/MADRID. El presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero lanzó ayer una amenaza implícita al jefe de la oposición, Mariano Rajoy, al anunciar que el próximo Consejo de Ministros prepara «una información ámplia de las cuentas públicas que irá a un pleno de la Cámara».
En La Haya, donde estaba ayer de visita oficial, Zapatero dijo que aceptaba la propuesta de Rajoy para debatir personalmente las conclusiones de la Comisión de Investigación sobre el 11-M, pero «en nombre de la transparencia» añadió que pretendía hacer lo mismo con los casos del accidente del Yakolev y con «todas» las cuentas públicas del Gobierno del Partido Popular.
De hecho, el Gobierno ultima los detalles de un informe en el que se detallan las inversiones realizadas por el Estado y que, como consecuencia de la aplicación de los criterios de Eurostat para la contabilidad de las finanzas públicas, no han sido computadas como deuda y, por tanto, no cuentan a la hora de establecer el déficit público de los países, lo que facilita el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Precisamente este pacto resultó ayer fortalecido como consecuencia del fallo a favor de la Comisión Europea en su contencioso con el Ecofin, después de que éste se negara a sancionar a Francia y Alemania por déficits excesivos.
Estas inversiones públicas, que podrían superar los 23.000 millones de euros han ido a parar en los últimos años, según el PSOE, a los organismos y entes públicos que contaban con amortizarlas a medio y largo plazo por los ingresos que preveían generar. Es el caso de RTVE, con una deuda de 7.200 millones de euros, Renfe, con una candidad similar, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), con más de 6.000 millones y el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF)también con una cuantiosa deuda.
Las normas de Eurostat prevén que si en un plazo razonable estos entes no han obtenido los ingresos previstos las inversiones se computen como deuda, y por tanto se incluyan en el déficit público de los países.
De haberse contabilizado estas inversiones es más que probable que España no hubiera podido comunicar en primavera a la Comisión Europea que prevé cerrar este año con un superávit presupuestario de un 0,5% del PIB, frente a un situación de déficit público de la mayoría de las grandes economías europeas, como son el caso de Alemania y Francia.
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