El PSOE recupera a Matilde Fernández y la sitúa de número dos en la lista autonómica

Los socialistas sólo cambian siete nombres para los nuevos comicios: los de los dos diputados «rebeldes» Tamayo y Sáez, las incorporaciones de Fernández, Quintana y Cifuentes, y dos diputados que se marchan

12/09/2003 a las 05:00h.

MADRID. La lista del PSOE para las próximas elecciones del 26 de octubre contará con un gran fichaje: la ex ministra y ex concejal por Madrid Matilde Fernández decidió abandonar su retiro voluntario y aceptar el ofrecimiento de Rafael Simancas -líder del partido en Madrid- para acompañarle como número dos. Fernández lo explicaba así a ABC: «Mi organización ha pasado un momento difícil, y es la hora de arrimar el hombro».

La lista que representará al PSOE en las nuevas elecciones autonómicas -obligadas a repetirse tras la fuga de los diputados Tamayo y Sáez- presenta pocos cambios con respecto a la anterior. El principal, la incorporación de Matilde Fernández, a la que se suma, en el número 13 de la lista -en sustitución de Tamayo- José Quintana, diputado nacional y alcalde de Fuenlabrada durante varios mandatos.

También se incorpora al cartel socialista el sindicalista Manuel Sánchez Cifuentes, secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT. En el puesto de María Teresa Sáez -la otra «fugada» de la disciplina socialista-, va esta vez la directora de Mujer e Infancia en Parla, Virginia Aranda Pizarro, que adelanta varios puestos con respecto a las anteriores elecciones.

Apoyo simbólico

Además, la lista se remata en sus últimols puestos con dos colectivos que la avalan y respaldan, de forma simbólica: los diez alcaldes socialistas de las ciudades con mayor número de habitantes de la Comunidad de Madrid: Manuel Robles (Fuenlabrada), José Luis Pérez Ráez (Leganés), Pedro Castro (Getafe), Enrique Cascallana (Alcorcón), Trinidad Rollán (Torrejón de Ardoz), José Caballero (Alcobendas), José Luis Fernández Merino (San Sebastián de los Reyes), José Pablo González (Collado-Villalba), Jesús Dionisio Ballesteros (Aranjuez) y Antonio Fernández (Pinto).

El remate de la lista lo forman personalidades relevantes de la política y la cultura, como el catedrático Elías Díaz, el político Fernando Morán, el pintor Juan Genovés, el escritor Antonio Gómez Rufo, el vicepresidente del Ateneo Manuel Núñez Encabo, y el ex secretario de Estado Álvaro Marchesi, entre otros.

Matilde Fernández, nueva número dos, se encontraba ayer en Sevilla cuando se hizo pública la lista del PSOE a la Comunidad de Madrid, ya aprobada por la comisión ejecutiva regional de este partido. Explicó que dejaba su descanso temporal -abandonó la política por propia iniciativa al acabar el mandato, de acuerdo con una decisión que anunció en enero- porque «me lo pide el candidato y secretario general del partido en Madrid, Rafael Simancas».

Fernández recuerda que ya le pidió acompañarle en la lista en los anteriores comicios, los del 25-M, pero ella entonces rehusó porque «me parecía que era el momento del reciclaje». Ahora, ante esta segunda llamada, «no me he sentido con fuerzas para mantener mi postura egoista; mi organización ha pasado por un momento difícil y es la hora de arrimar el hombro».

El objetivo fundamental de estos nuevos comicios, aseguró, tiene que ser «recuperar la confianza de los ciudadanos», y para ello, está dispuesta a «asumir lo que haya que asumir»: gobierno u oposición, de acuerdo con el resultado de las urnas.

En cualquier caso, se mostró «ilusionada con el proyecto para Madrid», una región en la que «es necesario un gobierno socialista, y la prueba es con qué presión determinados intereses económicos están intentando evitar ese cambio».

Prioridades de la campaña deben ser, bajo su criterio, «señalar alternativas para avanzar en servicios sociales, sanidad, educación, empleo... y previamente, hablar con los ciudadanos sobre cómo profundizar en la democracia». Es clave, añadió, «conseguir la autonomía de los partidos políticos, porque las tendencias de determinadas parcelas de poder económico es romper esa autonomía».

Pocos cambios

La lista del PSOE a la Comunidad de Madrid apenas ha variado con respecto a la que se presentó a las elecciones del 25-M. Eso sí, la inclusión de Matilde Fernández ha obligado al resto a «bajar» un puesto. Salvo su entrada y la de Quintana y Manuel Sánchez Cifuentes, en los primeros cincuenta puestos sólo hay cuatro nombres que cambian: los de los dos diputados que con su fuga dieron origen a la parálisis institucional que ha conducido a la repetición de las elecciones -Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez- y los de dos diputados: Eustaquio Giménez - secretario general de la Agrupación Socialista de Buenavista, a la que pertenecía José Luis Balbás- y Pedro García Blanco, que abandona por motivos personales.

No obstante, otros destacados socialistas relacionados con el antiguo grupo de Balbás, renovadores por la base, sí se mantienen en la lista. Es el caso de José Antonio Díaz, a quien la FSM ha renovado su confianza.

Los refuerzos que Rafael Simancas anunció en su día se concentran, de forma simbólica, en los puestos finales de la lista: allí han incluido a los alcaldes de diez grandes ciudades madrileñas gobernadas por el PSOE. Entre ellas, algunas plazas tan simbólicas como Getafe - un auténtico «feudo»- de Pedro Castro-, Leganés, Fuenlabrada, Alcorcón o Aranjuez.

Como colofón, la oferta socialista para el 26-O termina con la inclusión de personajes muy conocidos y con relevancia moral, cultural y social. Es el caso del ex ministro Fernando Morán, el catedrático de Derecho Elías Díaz, el pintor Juan Genovés y el escritor Antonio Gómez Rufo.

El secretario de Comunicación de la FSM, José Cepeda, definió la nueva lista del PSOE señalando que «representa a la mayoría del pueblo de Madrid» y «la rebeldía y la indignación frente a los poderosos que intentaron vilipendiar el resultado de las urnas el pasado 25 de mayo». A los nombres con experiencia de la anterior, dijo, se le han añadido otros «de honradez intachable».

La lista no gustó en el PP. Juan José Güemes, portavoz adjunto, dijo que reflejaba «desconfianza y desilusión», y que la incorporación de Matilde Fernández significa un «escoramiento hacia las posiciones más trasnochadas y antiguas dentro del PSOE».