Un yerno de Pujol regularizó en julio otros 250.000 euros

Ahora sabemos que el marido de la también arquitecta Marta Ferrusola, José María Esperalba, se sumó a la iniciativa de reconocer fondos evadidos. Este hecho fue revelado por el abogado del Estado que interrogó a la familia Pujol este martes en el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona. Durante la declaración del expresidente de la Generalitat, el letrado «puso de manifiesto que el Sr. Josep María Esperalba, esposo de su hija Marta regularizó una cantidad importante », según aparece en el acta del juzgado, a la que ha tenido acceso ABC.

La respuesta de Jordi Pujol fue que este tema «nada tiene que ver con el asunto que nos ocupa, que ese dinero procede de negocios que él mismo tenía en México». El expresidente catalán añadió que «ignoro por qué mi yerno regularizó al mismo tiempo que mi hija Marta».

Según las fuentes consultadas por este diario, la cantidad aflorada ronda los 250.000 euros (su esposa regularizó 611.000 de la supuesta herencia del abuelo). José María Esperalba los habría obtenido por trabajos realizados como arquitecto en el estado de Jalisco. Aflorar este dinero puede suponer al yerno de Pujol perder los 250.000 euros e incluso pagar otros 250.000, sumando cuotas de IRPF, una sanción del 150 por cien, intereses y recargos. Es el precio de frenar la vía penal, aunque estas elevadas sanciones que propondrá la Agencia Tributaria terminarán en manos de un juez, ya que hay controversia al respecto.

Fuentes próximas a los Pujol declararon a ABC que José María Esperalba y su esposa «hacían la declaración de Hacienda conjunta, motivo por el que correlativamente tocaba regularizar de forma conjunta».

En cuanto al resto del interrogatorio a Jordi Pujol, el patriarca insistió en que el dinero que su mujer y cuatro de sus hijos regularizaron procedía de la herencia de su padre, cuyas pruebas documentales siguen sin ser entregadas al juzgado.

El expresidente de la Generalitat dijo en varias ocasiones que «no quería saber nada de ese dinero, que en aquel entonces eran unos 140 millones de pesetas en dólares» . Relató que el primer administrador fue un amigo suyo y de su padre, Delfí Mateu -«fallecido en 1992 o 1993»-, al que «no pedí cuentas porque no quería saber nada».

En torno a 1989, Mateu fue sustituido «por mi primo Joaquim Pujol». Ya en 1990, sus hijos, con la mayoría de edad, asumieron el legado y «el administrador fue mi hijo mayor» (Jordi Pujol Ferrusola). Además, Pujol padre se desentendió de la decisión de declarar las cuentas en Andorra, justo después de que la Policía Nacional las descubriera y aparecieran en la prensa: «La regularización con Hacienda fue decidida por mis hijos, yo me quedé absolutamente al margen de ella», afirmó Pujol pese a que la regularización y el comunicado que él emitió fueron prácticamente simultáneos.

De hecho, Pujol justificó el comunicado apelando a «un propósito ético». «Yo no tengo ni he tenido cuentas en el extranjero, pero de cara a mis hijos convenía explicar la procedencia de un dinero que tenían fuera de España y que procedía de mi padre».

Por otro lado, Jordi Pujol mantuvo la versión de que los fondos los ganó su padre «en los años 50 y 60 con la compraventa de dólares», por lo que negó que el capital proceda de «blanqueo de capitales, corrupción, comisiones ilegales ni del erario público». Lo definió como la «hucha» de la familia. Por otro lado, justificó que su hermana no supiera nada de la herencia porque «mi padre lo llevó todo con un gran secretismo».