Todos los sondeos, incluido el CIS, apuntaban a que EH Bildu sería la segunda fuerza más votada en las elecciones vascas. Solo faltaba conocer el porcentaje y el número de escaños que finalmente ha obtenido la formación que tiene a la profesora Laura Mintegi como cabeza de cartel. Con el 80 por ciento escrutado, la heredera de Batasuna tendrá 21 diputados en el Parlamento Vasco.
La coalición electoral, integrada por Sortu y sus socios Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba, centró su campaña en lograr una «acumulación de fuerzas soberanistas», empleando un tono más suave que el empleado por la izquierda abertzale en otros comicios.
Con la convicción de que contaban con el voto displinado y fiel de los suyos, incluso de los más ortodoxos, EH Bildu se lanzó a pescar votos en caladeros soberanistas más moderados y en territorios «no conquistados» como Álava con la promesa de hacer posible «el derecho de decisión» del País Vasco y una paz «sin vencedores ni vencidos». Pese a haber desterrado el castellano desde la Diputación de Guipúzcoa donde gobierna, no desdeñó el empleo de la lengua de Cervantes por un puñado de votos.
Los 350.248 votos cosechados por Bildu en las municipales del año pasado insuflaban optimismo en las filas abertzales. Un análisis demoscópico del Instituto DYM para ABC de septiembre llegaba a considerar la posibilidad de que Bildu superara en votos al PNV.
El cese definitivo de la violencia de ETA anunciado hace justamente un año y el desgaste de los partidos constitucionalistas por la crisis y la unión con Aralar y EA han proporcionado a Bildu el momento idóneo para lograr una vuelta triunfal de la izquierda abertzale al Parlamento Vasco.
La ilegalización de las marcas blancas de Batasuna les impidió presentarse en los comicios de 2009. Aralar logró entonces cuatro escaños con 62.214 votos y EA se hizo con uno al conseguir 37.820 votos. En 2005 los hoy coaligados en Bildu obtuvieron 10 escaños repartidos entre los 9 del Partido Comunista de las Tierras Vascas y uno más que tuvo Aralar. Siete años después, esos diez escaños se han convertido en 21.
Queda la incógnita de si la aparición de Arnaldo Otegi en el mitin de Baracaldo ha sumado o restado votos a EH Bildu. La decisión unilateral de Rufino Etxeberría, Jone Goirizelaia y otros dirigentes de la antigua Batasuna, no sentó nada bien a sus socios Patxi Zabaleta, Oscar Matute y Pello Urízar. Habrá que ver ahora si estas tensiones internas se diluyen o se agravan en la Cámara vasca.




