AUTOMOVILISMO
Fórmula E: arranca el gran circo eléctrico
La «fórmula 1» ecológica impulsada por Agag arrancará en septiembre de 2014 en China, sin parada prevista en Madrid

El proyecto de crear una «fórmula 1» de coches eléctricos , despreciado por muchos como inviable hasta hace solo unos meses, se enfrenta hoy a su primer gran test de realidad en una localidad secreta cerca de París. El primer prototipo de serie de la Fórmula E , que el empresario español Alejandro Agag quiere lanzar en Beijing en septiembre del año próximo, será sometido este miércoles a la primera prueba de carrera.
El Spark-Renault SRT_01E fue presentado en el salón del automóvil de Francfort en septiembre, apadrinado por Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) , que ha bendecido el futuro circuito eléctrico con su sello oficial. El vehículo ya ha superado sus primeras pruebas de choque. Y su promotor, Agag, está convencido de que en los próximos diez meses sortearán los restantes obstáculos para hacer realidad su aspiración de revolucionar el mundo del motor poniendo sus bólidos eléctricos a la cabeza de la revolución ecológica.
«El coche está ahí, funciona, y la línea de producción está lista», aseguró ayer Agag, exasesor y yerno de José María Aznar, durante la presentación del nuevo coche en Londres. Según el calendario oficial que barajan, la Fórmula E se enfrentará al asfalto urbano por primera vez el 20 de septiembre de 2014 en Beijing. Para su primera temporada, han cerrado ya diez carreras en Putrajaya (Malasia), Hong-Kong, Punta del Este, Buenos Aires, Los Ángeles, Miami, Montecarlo, Berlín , y las calles de Londres para cerrar la temporada —si se cumplen los planes— el 27 de junio de 2015.
Competirán diez equipos con dos conductores y cuatro coches cada uno, entre los que figurarán escuderías de China, Francia, Japón, Reino Unido y al menos dos de EE.UU. Los vehículos saldrán todos de la planta francesa de Spark Racing Technologies, el fabricante que se ha aliado con Renault, McLaren, Williams y Dallara para construir el Spark-Renault SRT_01E. Aunque en el futuro aspiran a elevar el número de circuitos a una veintena anual, entre esos planes de crecimiento no figura Madrid .
«No lo llevaremos allí, sería un follón y prefiero evitar problemas innecesarios y cuestiones obvias de conflicto de interés», explica a Agag, casado desde 2002 con la hija de la alcaldesa de Madrid. Será un circuito urbano, y una experiencia muy diferente a la Fórmula 1, aseguran desde su rival «verde» . En un solo día el público podrá ver los entrenamientos, la clasificación y una carrera de unos 60 minutos. La ausencia de emisiones tóxicas y el menor ruido de los coches les debería permitir atraer a un público familiar. Un festival de conciertos por la tarde buscará, por su parte, seducir a los jóvenes.
La presencia de dos circuitos en China y en EE.UU. —dos territorios donde no ha cuajado la Fórmula 1— es una de las claves de la aventura empresarial de Agag, quien labró una intensa amistad con Flavio Briatore y Bernie Ecclestone , los patriarcas del motor, después de aparcar su carrera en el Partido Popular Europeo a finales de 2001. En la Fórmula E, tiene como mayor inversor a Enrique Bañuelos , el empresario valenciano que se estrelló en 2007 con su constructora Astroc y que resurgió de sus cenizas en 2012 abriéndose un hueco en la lista de millonarios de Forbes.
Si se populariza, la Fórmula E podría impulsar la venta de 77 millones de coches eléctricos más de aquí a 2040, según un estudio de Ernst&Young presentado ayer. Pero se enfrenta todavía a problemas como la capacidad y duración de las baterías, o la seguridad en el circuito. «Habrá accidentes», advierte Agag. Sin embargo, el gran reto de la revolución eléctrica es otro. «El mercado avanza lento por los miedos del consumidor; hay que explicarle que el coche eléctrico es algo de hoy, y no de mañana», resume Vincent Carré, de Renault.
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