Aislados por el lenguaje
La tragedia sufrida por la familia magrebí que el pasado martes perdió a cuatro de sus miembros en un incendio doméstico no solo deja en las hemerotecas la huella de una tragedia. El fuego se declaró en un cuarto piso, pero, a pie de calle, queda el rastro de una política lingüística aberrante. En los bajos de la vivienda, el rótulo de una «perruqueria masculina», con subtítulos en árabe, indica el camino que conduce a ninguna parte. Cualquier lengua es buena para aislarse en una Cataluña oficial que persigue y prohíbe el castellano.
Rótulo bilingüe de una peluquería instalada en los bajos de la vivienda siniestrada en Vendrell
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