Suscribete a
ABC Premium

deportes en celuloide (IV)

«Million Dollar Baby»: la grandeza del perdedor

Clint Eastwood firmó un retrato crudo de una boxeadora de orígenes humildes y sus desvelos más allá del «ring»

«Million Dollar Baby»: la grandeza del perdedor

miguel muñoz

[ La serie "Deportes en celuloide", que repasa las mejores películas sobre temas deportivos, sale a diario durante el mes de julio en ABC.es ]

En “Million Dollar Baby” no hay épica. Clint Eastwood apenas enfoca a las luces sobre el “ring” y el público enfervorecido. No hay cámaras lentas ni tiempos narrativos dilatados en los momentos clave de los combates. La minimalista banda sonora huye de la grandilocuencia. Las peleas de Maggie Fitzgerald ( Hillary Swank ) tienden a terminar en el primer asalto. Y su entrenador, Frankie (Eastwood) acapara casi tantos planos como ella.

El foco se acerca con crudeza a las heridas abiertas. Narices rotas, dientes sobre la lona, pómulos rajados. Un “ring” es, para la fotografía estrictamente clásica de Eastwood, una proyección de la misma vida. Te lanzas a por ella. Golpeas, te golpean. Te hacen daño. Te tomas un respiro. Te ponen parches sobre las heridas. Vas a por el siguiente asalto. “ Hay magia en el boxeo cuando sigues luchando más allá de tu resistencia . La magia de darlo todo por un sueño que nadie más ve aparte de ti”, dice el narrador del filme.

Da igual que sea en el Lejano Oeste, un mugriento gimnasio en Los Ángeles o un barrio lleno de inmigrantes asiáticos. En sus mejores películas, Eastwood siempre desnuda en su intimidad al mismo tipo de héroe . Ese luchador solitario genuinamente norteamericano que intenta salir adelante en vida lo mejor que puede. Ese héroe anónimo, rescatado de los rincones perdidos de EE. UU. y al que Bruce Springsteen ha dedicado tantas canciones.

Maggie es quizá el personaje que mejor conecta a Eastwood con Springsteen. Una camarera de Missouri, con una madre obesa, una hermana rubia que no para de mascar chicle y un cuñado expresidiario con los brazos llenos de tatuajes. “ Me educaron para que tuviese clara una cosa: que era escoria ”, admite en las primeras escenas.

La historia es un tópico que mil veces explotado: el deportista de orígenes humildes . Ese niño de la calle, futura estrella mundial, que se pasa las horas jugando al fútbol sobre el barro porque no hay nada en el mundo que le guste más. Pero mientras que en las crónicas, estos orígenes suelen ser poco más que una nota al pie de página, para Eastwood son lo que merece la pena contar.

De ahí que el director gaste gran parte del metraje en enseñar a Maggie dejándose los puños noche tras noche contra un saco de entrenamiento. Que el escenario sea un gimnasio sucio, y no el Madison Square Garden o Las Vegas con el estadio lleno hasta la bandera. Es la poesía del sudor . Con simpleza (formal y moral) Eastwood desmonta el proceso de creación de un “crack” : trabajo, trabajo y trabajo.

En una cultura como la americana, tan marcada por los antónimos “winner” y “looser”, el director bucea en otra idea: la grandeza del fracaso . Hemingway la retrató a la perfección en “El viejo y el mar”. Eastwood también en “Million Dollar Baby”. Su heroína no gana el gran combate por el título de los pesos “welter”, algo que su madre se preocupa de recordarle después de reconocer que ni siquiera lo ha visto. “Pero lo hice bien”, le responde Maggie.

Los finales “made in Hollywood” y las portadas de los periódicos olvidan esa cara de la competición de elite. Por cada deportista que besa un trofeo, hay cientos que se quedaron por el camino. Hay litros de sudor, miles de horas y muchos dólares gastados que no ha servido para llegar a la meta. “Million Dollar Baby” es un homenaje a la dignidad del perdedor que, pese a todo, no ha dudado en lanzarse al “ring” de la vida y devolver todos los golpes que ha podido.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación