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El extorero José Ortega Cano ha abandonado sobre las 12.00 horas de este mediodía los juzgados de Sevilla después de prestar declaración como imputado por el accidente de tráfico ocurrido el pasado mes de mayo en el que perdió la vida un vecino de Castilblanco de los Arroyos identificado como Carlos Parra.
A su salida, el diestro ha declarado que «le he dicho al juez todo lo que tenia que decir» y que «ha respondido a todo lo que le han preguntado» antes de dejar que las impresiones sobre las vista las emitiera su abogado Jesús zapatero. De este modo Ortega Cano abandonaba los juzgados entre los improperios de parte de la multitud que se concentraba en la zona que ha soportado con rostro serio aunque sereno.
En declaraciones a los medios, el abogado del diestro, Jesús Zapatero, ha confirmado que el juez imputa los delitos de homicidio imprudente y conducción temeraria. El extorero, que según su abogado, ha estado en todo momento tranquilo y firme, ha mantenido que no bebió el día de los hechos y que en todo momento respetó las normas de circulación. De este modo, Ortega Cano ha justificado el accidente con la posibilidad de haber sufrido un episodio de somnolencia provocado por la medicación que toma a causa de sus problemas de arritmias.
Estas declaraciones entran en contradicción con lo apuntado por el abogado de la víctima, Andrés Avelino Romero, que ha declarado que ante las preguntas del juez, Ortega ha reconocido en un primer momento «haber tomado media copa de cava». Ante una reformulación de la pregunta, el extorero habría declarado «haber bebido sólo un sorbo», mientras que en un tercer replanteamiento de la cuestión sobre si ingirió alcohol, y según el abogado de la acusación, Ortega habría declarado simplemente «haberse mojado los labios» con cava
Llegada a los juzgados
La vista previa ha durado en torno a una hora y 45 minutos. El diestro ha llegado a las 09.47 horas de este viernes a los juzgados a bordo de un BMV azul oscuro en el que iba acompañado de su hermano Francisco, de su hijo Fernando José y de un empleado de la finca. Ha sido recibido por decenas de representantes de los medios de comunicación congregados a las puertas de la sede judicial del Prado de San Sebastián. El hermano ha sacado una silla de ruedas del maletero del vehículo, que ha ocupado Ortega Cano, vestido con un traje gris marengo.
Preguntado por su estado anímico ante su inminente declaración, Ortega Cano ha admitido a los periodistas que se encontraba «un poquito nervioso».
Esta citación se produce después de que los abogados de la víctima, Andrés Avelino Romero y Luis Romero, solicitaran al juez instructor que, "a la vista de la mejoría física y psíquica" de José Ortega Cano, "puesta de manifiesto en las declaraciones realizadas por él en distintos medios de comunicación", éste fuera citado a declarar en calidad de imputado, lo que finalmente se producirá este mismo viernes.
De su lado, los letrados del exmatador de toros habían interesado que esta declaración se retrasase "al menos hasta finales de septiembre", ya que el extorero será intervenido quirúrgicamente de la pierna izquierda y del colon el próximo día 14 de septiembre como consecuencia del accidente de tráfico en el que perdió la vida Carlos Parra.
Esta declaración se producirá después de que se haya conocido el informe pericial realizado por el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil de Madrid, informe que achaca al ganadero una "distracción o desatención" en la conducción que le llevó a invadir el carril contrario e impactar contra el vehículo conducido por Carlos Parra, fallecido en el acto, todo ello posiblemente producido además por la ingesta de alcohol.
En el informe elevado al Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, los agentes del Instituto Armado sostienen que el extorero, en el accidente ocurrido a finales del pasado mes de mayo en una carretera cercana a la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos, invadió el carril contrario por una "distracción o desatención" en la conducción posiblemente provocada por la ingesta previa de alcohol.
Al hilo de ello, los agentes del ERAT fijan en 125 kilómetros por hora la velocidad a la que circulaba José Ortega Cano en el momento exacto de la colisión, mientras que el vehículo de la víctima iba a 50 kilómetros por hora, todo ello en un informe que no precisa la velocidad a la que circulaban ambos en los momentos previos al accidente.
El juez cita a varios testigos
Hay que recordar que el análisis de la muestra de sangre extraída a José Ortega Cano tras el accidente de tráfico arrojó un resultado de 1,26 gramos de alcohol etílico por litro de sangre, cuando la tasa máxima permitida es de 0,50, con lo cual el exmatador de toros duplicaba y casi triplicaba lo permitido en el momento del accidente. Asimismo, y respecto al fallecido, el análisis realizado "no ha detectado presencia alguna de alcohol etílico ni de sustancias tóxicas o psicoactivas".
Asimismo, el próximo lunes están citados a declarar, como testigos, una persona que llamó al servicio de Emergencias 112 en los minutos previos al accidente asegurando que un vehículo como el conducido por el extorero le había adelantado a una velocidad "excesiva" saltándose para ello la línea continua, así como otro conductor que pudo ver cómo se produjo el siniestro.
El pasado mes de julio, una pareja de jóvenes que llamó al servicio de emergencias 112 en los minutos previos al accidente ratificaron ante el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla que alertaron sobre la "incorrecta" y "temeraria" conducción de Ortega Cano minutos antes del siniestro.
En su declaración, la pareja relató que circulaban en un vehículo delante del conducido por el exmatador de toros hasta que éste les adelantó en un paso de peatones con badén en el núcleo urbano de Burguillos, y que fue ella la que llamó al 112 para denunciar los hechos y dar cuenta de la matrícula "íntegra" del vehículo implicado, que posteriormente se pudo comprobar que coincidía con la del turismo del extorero.
Tras ello, según subrayaron, el exdiestro circuló por el carril contrario "más de 100 metros" dentro del casco urbano y después se reincorporó a su carril hasta que en una curva "sin visibilidad" volvió a invadir el carril contrario, a lo que se añade, según ambos testigos, que "se pegaba y despegaba a los vehículos" que iban por delante suya.