Jaime Caballero, primer español en cruzar a nado las heladas aguas del Lago Ness
El nadador logra la hazaña tras 40 kilómetros de travesía sin utilizar traje de neopreno que ha completado en doce horas
«Tranquilo por fuera, un manojo de nervios por dentro. Pero como él dice: cumbre o muerte». Así describía el equipo del nadador Jaime Caballero los momentos previos a su incursión en las heladas aguas del Lago Ness, que ha logrado cruzar a nado sin ningún tipo de ayuda y sin utilizar traje de neopreno. La temperatura de su cuerpo al salir del agua era de 32,8.
Tras doce horas de angustiosa aventura -a falta de solo dos kilómetros, el agotamiento le obligaba a pararse cada cien metros-, Caballero se ha convertido en el primer español en cruzar el lago en esas condiciones. «¡Andrés, por favor, dime la verdad!», gritaba ya cerca del final, casi sin poder mover la boca por el cansancio, acentuado por el frío viento y el intenso oleaje. Ya no servían los «engaños» de su equipo a unos tres kilómetros de la meta, reduciendo la distancia restante para que no desesperase.
El conocido nadador David Meca lo intentó sin éxito en diciembre del año 2004, pero abandonó en el kilómetro 27,5, tras cinco horas de nado, cuando comenzaba a sufrir los efectos de la hipotermia : confusión, falta de coordinación y somnolencia.
Caballero saltó al Lago Ness a las 9.00, hora peninsular española, tras una mañana que comenzó muy temprano. Sobre las cinco, se despertó para tragarse el chip que debía controlar su temperatura corporal y que no quedó bien configurado. Dos horas después, ya tomaba el desayuno: arroz y algo de dulce. La única compañía con la que ha contado ha sido la del barco de seguimiento de la Federación Británica encargado de oficializar su hazaña.
El lago tiene cuarenta kilómetros de longitud y una temperatura del agua cercana a los ocho grados. Desde 1966, solo 10 personas habían conseguido atravesarlo a nado y sin ayuda del neopreno. Precisamente uno de ellos, Michael Read, «el Rey del canal», quiso acompañar a Caballero. «Estoy muy contento de que seas tú quien nada y no yo», bromeó el tercer nadador en completar la gesta.
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