LUCHA DE PODER EN EL PSOE
Zapatero recurre al «dedazo» con Rubalcaba para aplacar la rebelión
Rompe la neutralidad en primarias al avalar su candidatura y pacta con Patxi López una conferencia política

José Luis Rodríguez Zapatero conoce de primera mano que Alfredo Pérez Rubalcaba no está satisfecho con la forma en que está llevando el proceso sucesorio. Sabe también que le culpa de haber abocado al PSOE a este estado de tensión tras el 22-M, por no haber cortado a tiempo las alas a Carme Chacón en sus aspiraciones; e intuye, probablemente, que si al final dice «no» a ser candidato, difícilmente encontrará otro «kamikaze» dispuesto a ir a unas elecciones generales tras un resultado como el del 22-M que, extrapolado a unas generales, deja al partido con 117 diputados en la Carrera de San Jerónimo...
Así que el viernes por la tarde, al inicio de su reunión en Ferraz con los secretarios generales de las federaciones socialistas, el presidente del Gobierno tomó la palabra y se desdijo de su promesa de «neutralidad» en las primarias. Propuso personalmente a Rubalcaba como «la mejor opción» para las próximas elecciones generales. Detrás de él, todos los barones, incluidos los «chaconistas» José Antonio Griñán, Tomás Gómez y José María Barreda.
Eso significa que el Comité Federal del PSOE abrirá este sábado formalmente el proceso de primarias y, de no presentarse algún espontáneo en quince días de plazo —en ese caso, los 225.000 militantes votarían el 26 de junio—, Rubalcaba será entronizado en otra reunión extraordinaria del Comité Federal el 18 de junio. No es en sentido estricto un «dedazo» como el que denunciaba el PSOE en 2003 de José María Aznar respecto a la nominación de Rajoy, según insistió ayer José Blanco, porque se abre un procedimiento formal, pero se le parece mucho porque quien quiera disputar a Rubalcaba tendría que conseguir en dos semanas un 15% de avales de la militancia (34.000 firmas).
Como recordó ayer a Chacón el ex diputado de CiU y ex alto cargo del Gobierno socialista, Ignasi Guardans, «la vida es dura». Las acusaciones de la ministra sobre un boicot a las primarias contra el propio Rubalcaba, Patxi López, Guillermo Fernández Vara y otros secretarios generales que encabezaron la rebelión, sobrevolaron anoche la reunión de Zapatero con todos los barones en Ferraz, aunque nadie las mencionó.
Todo el afán era dar sensación de que el peligro de «golpe» contra Zapatero ha pasado. La estrella fue el lendakari, con quien el presidente habló antes a solas para limar asperezas y pactar la conferencia política de principios de septiembre. Ya en la reunión, López tomó la palabra justo después de Zapatero. Siguió defendiendo que el mejor modo de debatir ideas es un congreso, aunque aceptó —le da «satisfacción», según Blanco— la conferencia política.
López, según las fuentes consultadas, intentó en todo momento desdramatizar su petición de celebración del congreso , que se ha interpretado como una desautorización a la gestión de Zapatero. Blanco, en su comparecencia ante la prensa, dijo que «en ningún caso está prevista la celebración de ningún tipo de congreso, ni extraordinario ni adelantado (el XXXVIII Congreso Federal). Es la voluntad del secretario general, para que no haya ningún tipo de equívoco».
Este considera que López le ha sido desleal —de hecho, el lendakari siguió la «pelea»». Colgó en Twitter una foto de Zapatero en el que se le ve saliendo de la sala cabizbajo con el post «buscando fórmulas para dar las mejores respuestas»—. Aunque el viernes, la preocupación del presidente era otra. Era arropar a un Rubalcaba que no acaba de ver la bicefalia que va a tener que compartir con él, uno como candidato a la Presidencia del Gobierno y otro como secretario general.
El presidente no ha cedido a su pretensión de que convoque congreso extraordinario del partido —Zapatero tiene un arma si vuelve la revuelta: adelantar elecciones a otoño—. Cree que basta con la conferencia, que preparará el programa socialista para las elecciones generales más complicadas a las que se enfrenta el PSOE. Blanco dijo que el Comité Federal podría hoy, si alguien lo propone, asumir como propia la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba, al que calificó como «el candidato que más quiere nuestra gente y el que más temen nuestros adversarios».
El vicesecretario general de los socialistas explicó en referencia a las primarias, pero también que «somos conscientes de que la sociedad no quiere que nos enredemos en temas internos» y que espera del PSOE «altura política y unidad» en esta hora en que los resultados electorales del 22-M han sido tan adversos. Por eso, Zapatero y los secretarios generales, dijo Blanco, no perdieron ayer «ni un segundo» en «nada que no estuviese destinado a fortalecer a nuestro partido» cara a las generales.
Blanco comentó que «el mensaje rotundo» de la reunión es un respaldo unánime de los secretarios generales al Gobierno y a Zapatero. Cuando fue preguntado por qué Zapatero ha roto su neutralidad en las primarias, respondió que ser neutral en una situación como la que vive el partido no es lo mismo que ser «indiferente». Ser neutral significa garantizar «que las reglas son iguales para todos» , en caso de que haya más de un candidato en primarias». Pero no se puede ser indiferente ante lo que pasa en tu partido, insistió el «número dos» del PSOE para salvar la cara a Zapatero.
Noticias relacionadas
- Análisis: la bicefalia vuelve al PSOE
- Cronología: Rubalcaba podría ser el candidato del PSOE a las generales en veinte días
- Zapatero propone a Rubalcaba como candidato del PSOE
- Blanco: «Nos comprometemos a presentar al candidato que más temen nuestros adversarios»
- Vota: ¿Crees que Rubalcaba tendrá rival en las primarias socialistas?
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete