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TEATRO

Un cuarto de siglo de Titirimundi

El Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia llega a su 25 aniversario con el respeto de la crítica y el público, que avalan este evento como uno de los reconocidos del mundo en su género

Un cuarto de siglo de Titirimundi

JULIA AMEZÚA

E Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia, Titirimundi, cumple 25 años, convertido en uno de los principales Festivales de títeres del mundo, un escaparate de creación artística por el que han pasado prestigiosos titiriteros internacionales. Aunque la crisis económica sigue acechando al Festival, que este año se concentra en cinco días, del 12 al 16 de mayo, se mantienen Nirmes las señas de identidad que lo han hecho único: la variedad y calidad de espectáculos, el equilibrio entre tradición y vanguardia, la atención al público de todas las edades y la implicación de los espectadores que abarrotan los espacios de la bella ciudad castellana: además del casco histórico, con la Plaza Mayor, san Martín, santa Columba o el Azoguejo, se cuenta con los espacios interiores habituales como el Teatro Juan Bravo, la Alhóndiga y los patios a los que se unen las nuevas salas abiertas de la vieja cárcel. Este año, participan 42 compañías procedentes de 18 países: Japón, Suiza, Italia, Francia, Chile, China, España, Argentina, Burkina Faso, Bélgica, Guinea Bissau, Reino Unido, República Checa, Níger, Dinamarca, Canadá, Australia y Alemania.

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También, como en anteriores ediciones, el Festival se abre a otros espacios de la geografía española, como Madrid, y a escenarios de Castilla y León; de hecho, están previstas actuaciones en Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, León, Miranda de Ebro, Monleras, Salamanca, Urueña, Valladolid, Villamayor y Zamora. Además, en el 25 aniversario, el Festival incluye un espectáculo de producción propia, La leyenda del Acueducto” montaje ideado por Julio Michel, director de Titirimundi, en el que participan varios artistas segovianos, como Moncho Alpuente, Antonio Madrigal, Cuco Pérez, los estudios 737 Sahker y la compañía Libélula.

Señas de identidad

Escribía al principio que una de las principales señas de identidad de este Festival es la inclusión en su programación de espectáculos de vanguardia, representativos de las nuevas tendencias. Precisamente, entre estos, hay mencionar las propuestas de teatro visual y danza de la compañía francesa Beau Geste, la biograía visual de la española Macarena Recuerda y sobre todo, el espectáculo de La flauta mágica de los alemanes Thalías Kompagnons, una pieza teatral y musical, con una orquesta de cámara con 8 músicos, en la que el contratenor Daniel Gloger pone su voz a las marionetas.

En el resto de la programación, no faltan los Nieles del Festival, artistas presentes durante años, como el inglés Rod Burnett, el italiano Salvatore Gatto, el Circo de las pulgas del belga Kerignard, o los italianos Girovago e Rondella Family Theatre. Repiten otros, cuyos espectáculos tuvieron éxito el pasado año, como los belgas Point Zéro con su L’école des ventriloques. De entre los numerosos espectáculos previstos, destacamos tres propuestas variadas.

Teatro Gioco Vita es una de las compañías de teatro de sombras más importantes del mundo; los italianos, habituales en Titirimundi, presentan Los viajes de Atalanta, la historia de una niña que busca su identidad mediante el viaje y la aventura en la Grecia de los dioses y los héroes, a partir de un texto del italiano Gianni Rodari y de las ilustraciones de Luzzati. Bastan, pues, tres actores, tres columnas, un tronco de árbol, teatro de sombras y mucha imaginación.

Mito de don Juan

Miquel Gallardo, con Pelmànec Teatre, estrenó su Don Juan o memoria amarga de mí en la edición del año 2009 en Titirimundi. De nuevo puede verse este montaje sobre el mito de don Juan, aquí en espera de la muerte, viejo y agotado, trabajado a partir de los textos de Zorrilla, Molière y Palau i Fabre. El actor/manipulador interactúa con títeres de gran tamaño, en un espectáculo vibrante.

Por su parte, la compañía conquense La Máquina Real recupera las raíces del teatro de títeres español con Lo fingido verdadero, la comedia de Lope de Vega sobre la frontera entre lo real y lo imaginario, la verdad y la mentira, con dirección y dramaturgia de Claudio Hochman. Escrita en 1608, la comedia se inspira en la leyenda de san Ginés, mimo que parodiaba a cristianos, se convirtió y recibió martirio. La Máquina presenta una versión diferente, en la que cinco actores manipulan 50 títeres tallados en madera, en un teatro construido a escala. Precisamente, en los siglos XVII y XVIII, las compañías de máquina real representaban los títeres en los corrales de comedias, con una estructura similar a las compañías de actores: comedias en tres jornadas, precedidas de su loa, amenizadas con entremeses y bailes y con un Ninal espectacular.

Propuestas exóticas

En el conjunto de la programación siguen ocupando espacio propio las propuestas más exóticas, procedentes de Oriente, como las marionetas tradicionales chinas de Guangdond y el teatro de sombras de los japoneses Theater Kakashi-za. También del continente africano llegan tres trabajos: las marionetas gigantes de Boromo en Burkina Faso; las lecciones de amor de los juglares Les Gardawa de Níger; y la propuesta de la compañía española La Mar de Marionetas, El niño que soñaba, sobre leyendas africanas, un proyecto de cooperación cultural con Guinea Bissau. Toda la programación y el calendario se pueden consultar en la página web del Festival (http://www.titirimundi.com)

julia amezúa

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