Hazte premium Hazte premium

El «Juan Carlos I» coloca a la Armada entre las más avanzadas del mundo

El Rey, el «primer marino de España», presidió durante tres horas el acto de entrega del buque

AFP

ÁNGEL COLLADO

La Armada española ya tiene en la flota un navío con el nombre del Rey, el buque de proyección estratégica «Juan Carlos I», el más grande con que han contado las Fuerzas Armadas en su historia y uno de los más avanzados del mundo. Su Majestad el Rey acudió ayer al arsenal de Ferrol para presidir la ceremonia de entrega de un barco que ya es máximo exponente y orgullo de la industria naval nacional (Navantia), un modelo que le abre mercados internacionales en países tan diversos como Australia o Suráfrica.

El Monarca, nada más recibir el alta definitiva de la intervención quirúrgica en el pulmón a que fue sometido en junio, aguantó la ceremonia (honores, desfile y discurso) a pie firme en el muelle, pese a la fría y brumosa mañana; subió después por la empinada escala real dispuesta en el buque, saludó a la bandera, recibió más honores en la meseta del mismo y, ya con el sol imponiéndose a la niebla, visitó los puestos de mando y control, las cubiertas y los garajes, hangares y muelles. Interesándose por todo, dando la enhorabuena a la dotación, departiendo con militares y civiles y gastando bromas a la ministra de Defensa, primero dentro del imponente barco —230 metros de eslora, 58 metros hasta la guinda (altura fuera del agua)— y después en la copa de vino ofrecida en la sala de armas del arsenal, el Rey se mostró encantado en todo momento. Y aguantó así durante las casi tres horas que duró la ceremonia.

Tradición y modernidad

De sala en sala en el barco y de corrillo en corrillo en el arsenal, el Rey, acompañado siempre por el almirante jefe de estado mayor de la Armada, Manuel Rebollo, saludó a todo el mundo, mandos actuales y oficiales retirados que quisieron estar presentes en un día muy señalado para la Armada española, que pasaba a estar entre las más modernas del mundo y recuperaba una tradición interrumpida que se remonta a 1723. Desde entones y hasta el Reinado de Alfonso XIII siempre hubo en la flota de guerra un navío con el nombre del Monarca reinante en cada momento.

Bendición de la bandera

La ceremonia tuvo también ingrediente religioso; tras la intervención de la ministra se bendijo la bandera que el almirante de la Flota entregó al comandante del buque, Cristóbal González-Aller Lacalle.

La ministra de Defensa, única autoridad que intervino en el acto, se deshizo en alabanzas a Don Juan Carlos, «el primer marino de España». Carme Chacón proclamó que el mejor buque de las Fuerzas Armadas sólo podía llevar el nombre «de quien mejor encarna los valores de la libertad, del respeto y de concordia de la España de la democracia y de la Constitución». También resaltó que en el nuevo navío quedan plasmados el respeto y la admiración que la sociedad española profesa por la Monarquía y por las Fuerzas Armadas, a juicio de la ministra, como nunca antes.

Al acto asistieron los principales jefes de las FAS: el jefe de estado mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez; el almirante jefe de estado mayor de la Armada, Manuel Rebollo, que hizo de «anfitrión» como tal, y los jefes de estado mayor de los Ejércitos de Tierra y del Aire, Fulgencio Coll y José Jiménez. Acudió también el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el presidente de la sociedad que agrupa las empresas de capital público, la Sepi, Enrique Martínez Robles;,y el presidente de Navantia, Aurelio Martínez.

Ante las autoridades militares y civiles y la dotación del «Juan Carlos I», formada en el muelle del arsenal antes de ocupar sus puestos, la ministra de Defensa destacó el salto cualitativo que supone para la Armada contar con el navío de proyección estratégica. «Por su gran versatilidad hoy no recibimos un solo buque, sino cuatro». Chacón se refería a que el barco con el nombre del Rey permite desplegar y transportar fuerzas, puede actuar como buque de asalto anfibio, como portaaviones y también serviría para «ofrecer asistencia humanitaria».

La ministra también recordó que el «Juan Carlos I» cuenta con la tecnología más avanzada, desarrollada mayoritariamente en España. Y ya en mensaje pacifista deseó que desde el buque de proyección estratégica los miles de «hombres y mujeres» que sirvan en él durante décadas «sean cómplices de los sueños de paz de cada español».

El poderío del «Juan Carlos I» resultaba evidente en el arsenal de Ferrol. Comparado con las fragatas F-100, también de última generación y que han servido a Navantia para fabricarlas para otros países, su descomunal tamaño impresionaba. Más que los 231 metros de eslora, destacan su altura —58 metros— y la capacidad de carga: desplaza 26.000 toneladas. Además de los helicópteros y aviones que puede llevar en los garajes y cubiertas y las lanchas de desembarco que le caben en el dique interno, también puede transportar 29 carros de combate pesados en las bodegas.

Ante las impresionantes medidas del buque, Carme Chacón utilizó como símil la Torre de Hércules, pues es de parecida altura y se dibuja en el perfil de la ciudad como un gran monumento más. Con la socorrida comparación de los campos de fútbol, el «Juan Carlos I» mide como dos de primera división.

Una inversión amortizada

Pese a su mayor tamaño tiene una dotación menor que el portaaeronaves «Príncipe de Asturias» —30 metros menos y 22 años en servicio— porque está más automatizado en todas sus funciones. Y con «solo» 254 hombres y mujeres de tripulación, puede transportar una fuerza de 883 infantes de Marina totalmente equipados para el combate, además de 172 efectivos para la unidad aérea embarcada y un centenar de personas de estado mayor. Comenzado a construir en 2005, ha tenido un coste de 360 millones de euros y su entrega a la Armada se ha retrasado casi un año. La inversión está más que amortizada: Navantia construye ya dos iguales para la Marina australiana y aspira a participar en un contrato similar con Suráfrica.

El «Juan Carlos I» se da de alta en la lista oficial de buques de la Armada con la numeral de costado «L-61» y queda integrado en el grupo dos de la Fuerza de Acción Naval de la Flota. Este mismo mes se desplazará a su base en Rota (Cádiz).

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación