Piden estudiar la relación de las inundaciones con el soterramiento

Una repentina tromba de agua colapsó Logroño en la tarde-noche del domingo. Desde las ocho y media de la tarde a las diez de la noche las intensas precipitaciones (llegaron a caer hasta 61 litros por metro cuadrado, según la estación meteorológica del Gobierno riojano) provocaron la inundación de edificios públicos, instalaciones deportivas, garajes y bajeras y que el tráfico se viera colapsado, con conductores atrapados en los vehículos en diversos puntos de la ciudad. Los atascos se sucedieron y también las llamadas de emergencia al SOS Rioja (se recibieron 1.799). Efectivos de la Policía, Protección Civil y Bomberos, no sólo de Logroño, sino de otros municipios de La Rioja, estuvieron trabajando desde el principio para solventar todos los problemas. Esta labor hizo que ayer por la mañana prácticamente todas las zonas de la capital hubieran recuperado la normalidad. Se mantenían los problemas en la carretera de Mendavia (en la zona del Monte de Cantabria), por desprendimientos, y en la entrada del Camino de Santiago a Logroño, cerrada al tráfico. También se encontraban cerradas las calles Nevera y Clavijo, que cuentan con pasos por debajo de otras carreteras que quedaron anegados. Los trabajos de los Bomberos tuvieron que continuar ayer sobre todo para desaguar garajes del barrio de Cascajos, el más afectado por la tromba de agua con problemas por el colector y donde se están llevando a cabo las obras del soterramiento del tren. El hecho de que este barrio no se haya visto anegado así con anteriores tormentas y que sea donde se estén llevando a cabo las citadas obras llevó ayer al Grupo Municipal del PP a preguntarse si puede haber una relación. Al PP le “llama la atención” que el barrio más dañado sea en el que se están ejecutando los trabajos del soterramiento, por lo que consideró que el Ayuntamiento “debería asegurarse cómo se están haciendo estas obras y ver si existe alguna conexión con las inundaciones”, indicó la portavoz popular en Logroño, Concepción Gamarra. Recordó que hay “seguros” en el caso de que las obras hayan tenido algo que ver con estas inundaciones y, si se compruebe esta posible conexión, “el Ayuntamiento tendría que exigir y reclamar” esos daños. Aunque “no sea un tema completamente suyo”, pues el soterramiento es un proyecto en el que participan tres administraciones: Gobierno central (al 50%), Comunidad Autónoma y Consistorio logroñés (25% cada uno). En cuanto a una posible falta de previsión ante la tromba de agua, Gamarra descartó que se hubiera actuado de forma inapropiada ya que “no era previsible una tormenta de estas características; lo que hay que hacer es agradecer a todos los cuerpos de seguridad y emergencias el trabajo realizado durante tantas horas”. Por su parte, el portavoz municipal, el socialista Vicente Urquía señaló que “no teníamos una alerta interior, pensábamos que podía haber una tormenta de verano sin más, no la situación absolutamente excepcional que se dio”. Urquía afirmó que “la situación fue alarmante en algún momento” y agradeció la colaboración “en todo momento” recibida tanto desde la Comunidad Autónoma como desde la Guardia Civil o la Policía Nacional, entre otros servicios. A pesar de las zonas inundadas, se felicitó porque “no ha sucedido ninguna desgracia”, sólo golpes “pequeños” con los coches y algunos vehículos que quedaron atrapados por el agua “pero afortunadamente, no ocurrió nada”. En cuanto a los daños, “será difícil cuantificarlos”, aunque por lo que respecta a las instalaciones municipales “serán cuantiosos” y hay que añadir “que no sabemos cómo ha afectado a garajes y demás temas privados”.