EL FESTIVAL TURÍSTICO MÁS DESCARADO DE EEUU SE CUECE EN JULIO EN CALIFORNIA
Nalgas al aire en 'Mooning of Amtrak'

Todo es muy muy americano, aunque nada puritano. Básicamente se trata de enseñar el culo, de forma comunitaria, a los trenes que pasan por la estación durante toda la jornada. Los más puristas defensores del extraño espectáculo defienden que existe un trasfondo histórico y hasta poético, y apuntan al Sitio de Constantinopla de 1204 , cuando los bizantinos mostraron sus nalgas desnudas a los cruzados en su íntento de repelerlos. Puede parecer una teoría peregrina pero lo cierto es que los últimos años gentes de todo el mundo programa sus vacaciones para asistir a esta ceremonia tan particular.
Se cumplen más de tres décadas de tradición y la afluencia va en alza. No hace mucho la cuestión se desbordó tanto que las fuerzas de seguridad tuvieron que hacer acto de presencia. Se presentó gente con ganas de liarla más que de pasarlo bien como una forma de protesta naturalista y la policía se vio obligada a intervenir. Ya eran miles los que acudían y el control se volvió complicado. En sus orígenes sólo unos pocos cientos se congregaban para mostrar sus traseros a los asombrados pasajeros de los trenes. Una diversión tipo gamberra pero inofensiva al fin y al cabo.
Lo curioso de todo esto es que se trata de un evento de generación espontánea. No existe un comité organizador que se declara responsable de nada. El espíritu de los más veteranos es que se trate de un día sin complicaciones y respetuoso con la ley. Por supuesto no existen derechos de imagen ni nada que se le parezca, puesto que el asunto no tiene lugar en un recinto cerrado sino en una vía pública, junto a una valla metálica que delimita la zona de seguridad de las vías del tren.
DESPACIO PARA VER BIEN EL ESPECTÁCULO
El emplazamiento exacto donde tiene lugar todo se encuentra alrededor de cinco millas al norte de la estación de tren de San Juan Capistrano . Los maquinistas están al tanto del jaleo y habitualmente ralentizan la marcha de los trenes para que sus pasajeros se lo pasen en grande viendo culos ajenos y grabando todo tipo de vídeos de humor. Eso sí, sólo a través de los vidrios de las ventanas, puesto que sólo la tripulación tiene acceso a las que se abren.
El Ayuntamiento local, eso sí, prohibe el consumo de alcohol y la micción en público durante la muestra multitudinaria de traseros. En teoría.
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