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El Covid-19 interrumpió una de cada siete cirugías por cáncer

Aunque el confinamiento ha sido fundamental para proteger a la población de la propagación de la infección, ha tenido un impacto muy negativo en la atención a otros pacientes y a sus patologías

Hospital en Rusia con pacientes infectados de COVID-19. AFP

R.I.

Uno de cada siete pacientes con cáncer de todo el mundo no pudo ser intervenido quirúrgicamente, durante los confinamientos provocados por el Covid-19, según un nuevo estudio de la Universidad de Birmingham publicado en « The Lancet Oncology ». Estas intervenciones hubieran podido salvarles la vida

Las cirugías programadas de cáncer se vieron afectadas por estas medidas, independientemente de los niveles de Covid-19 de cada país. Los pacientes de los países con menor renta per cápita, fueron los que sufrieron mayor riesgo , de no ser operados y sufrir las consecuencias.

Los investigadores han demostrado que los cierres provocaron retrasos significativos en las intervenciones urgentes por cáncer y consecuentemente, más muertes . El estudio añade que, en la mayoría de los casos, las muertes podrían haberse evitado , si las operaciones se hubieran realizado a tiempo.

Según estos resultados, los autores del estudio consideran necesario que, durante esta fase de recuperación, haya una importante reorganización global de los sistemas quirúrgicos .

«Se necesitan quirófanos seguros y camas de cuidados intensivos, que permitan continuar con las cirugías de forma aislada»

«Se necesitan quirófanos seguros y camas de cuidados intensivos, que permitan continuar con las cirugías de forma aislada, así como una importante inversión económica que pueda abordar posibles aumentos importantes de demandas en futuras emergencias de salud pública».

La creación de unidades de cuidados intensivos «seguras y aisladas» facilitarían a los pacientes con otras enfermedades y especialmente a enfermos graves (que son los que corren más riesgo de sufrir retrasos) el someterse a una intervención quirúrgica adecuada.

Al mismo tiempo, una inversión a largo plazo en personal e infraestructuras para la atención de urgencias, ayudaría a evitar la interrupción de las operaciones y pruebas programadas.

Casi 5.000 cirujanos y anestesistas de todo el mundo han participado en ell estudio COVIDSurg , analizando lo ocurrido con los 15 tipos de cáncer más comunes en 20.000 pacientes de 466 hospitales de 61 países. En España particparon 38 centros con más de 1.300 pacientes.

Los investigadores compararon el número de cancelaciones de cirugía que se produjeron durante el confinamiento con los que se produjeron durante los periodos de restricciones menores.

Durante los periodos de confinamiento total, uno de cada siete pacientes (15%) no se sometió a la operación prevista después de una media de 5,3 meses desde el diagnóstico, debido a la situación pandémica. Sin embargo, durante los periodos de restricción leve, la tasa de no operación fue muy claramente menor (0,6%) .

Los pacientes que habían tenido que esperar para una intervención quirúrgica durante más de seis semanas , tenían una probabilidad significativamente menor de someterse a la cirugía oncológica programada.

El coautor principal, James Glasbey , de la Universidad de Birmingham , afirma: «Nuestra investigación revela el impacto colateral de los confinamientos en los pacientes que esperaban una operación de cáncer durante la pandemia. Aunque los cierres fueron fundamentales para salvar vidas y reducir la propagación del virus, el poder garantizar la capacidad de la cirugía oncológica programada de una manera segura, debería formar parte del plan de todos los países para garantizar la salud de toda la población».

Los resultados de este estudio pueden ayudar a los gobiernos a la hora de tomar decisiones sobre las políticas de restricciones y confinamientos, en caso de que fueran otra vez necesarias

«Con el fin de evitar que se volviese a repetir estas muertes, debemos hacer que los procesos de cirugía sean más independientes y aislados, protegiendo todo el área de los quirófanos, además de planificar previniendo posibles períodos de alta demanda en el hospital, ya sea por Covid-19, gripe u otras emergencias de salud pública».

«Los pacientes más vulnerables a los efectos del cierre, incluso a pesar de ser más jóvenes y tener menos comorbilidades, fueron aquellos que vivían en países de renta más baja, allí donde los problemas de retrasos y listas de espera, que ya estaban presentes antes de la pandemia, se agravaron durante las restricciones del cierre», apunta Aneel Bhangu , de la Universidad de Birmingham.

Añaden «para ayudar a minimizar estas consecuencias , cirujanos y médicos oncólogos deberían hacer ahora un seguimiento más concienzudo de los pacientes que fueron sometidos a retrasos antes de la cirugía.

Los investigadores analizaron las estadísticas en pacientes adultos con tipos de cáncer como el colorrectal, de esófago, gástrico, cabeza y cuello, torácico, hígado, páncreas, próstata, vejiga, renal, ginecológico, mama, sarcoma de tejidos blandos, sarcoma óseo y el intracraneal.

Los resultados de este estudio pueden ayudar a los gobiernos a la hora de tomar decisiones sobre las políticas de restricciones y confinamientos, en caso de que fueran otra vez necesarias.

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