Todo empezó cuando Annabel comenzó a tener molestias y dolencias abdominales intensos, momento en que sus padres decidieron llevarla a urgencias. Allí, los médicos la inspeccionaron y tuvo un tratamiento hospitalario previo, diagnosticándola finalmente de estreñimiento, que supuestamente estaría causando ese dolor de tripa. Así, le dieron el alta esa misma noche, un error que no sabían que le costaría la vida, tal como recoge 'Milenio'.
Al día siguiente Annabel despertó en su casa incosciente y sin signos vitales, estado en el que la encontró su propio padre. Intentaron reanimarla pero ya era tarde y fue declarada muerta en su mismo hogar. «Despertar a la mañana siguiente y encontrarla inconsciente fue absolutamente devastador y algo que todavía nos cuesta comprender», cuentan los padres a medios británicos.
Apoyo en la justicia
Ahora, la familia Greenhalgh intenta buscar justicia y se muestran preocupados por la atención médica que recibió su hija, la cual no fue acertada y tuvo un final fatal por dar un mal diagnóstico. «Cuando nos dijeron que podíamos llevar a Annabel a casa desde el hospital, confiamos en que no pasaba nada grave» contaban los padres de la pequeña de 11 años.
Estos padres han buscado la ayuda de abogados especializados en negligencias médicas y esperan poder honrar la memoria de su hija y aclarar todo lo ocurrido, incluyendo las consecuencias que pueda acarrear para los médicos que la atendieron. Llevan 18 mses buscando respuestas y saben que la investiación es difícil, pero no se dan por vencidos.
«Es comprensible que Josie y Craig sigan devastados por perder a su pequeña hija de manera tan repentina y trágica. También siguen teniendo una serie de preguntas sobre lo que le pasó», afirmaban abogados de la familia, representados por Emma Rush de Irwin Mitchell.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete