Un científico de datos advierte: no deberías usar estos números PIN en tu tarjeta de crédito

Proteger nuestros datos personales de manera correcta se ha vuelto imprescindible en nuestro tiempo. Una de las mejores estrategias para ello es utilizar contraseñas largas. Sin embargo, para desbloquear ciertos dispositivos todavía se nos exige utilizar códigos PIN, que son mucho más cortos y, por ende, vulnerables. Pero, ¿Son todos igual de inseguros?

A diferencia de las contraseñas, la mayoría de códigos PIN cuentan sólo con espacio para cuatro caracteres (que acostumbran a ser numéricos), lo que 'limita' nuestra clave a 10.000 combinaciones. Como la mayoría de dispositivos se bloquean si se falla varias veces, es complicado que alguien logre acertarla. Pero con el tiempo suficiente sí que es posible. Además de que existen claves mucho más inseguras (y comunes) que otras.

Contraseñas como '1234' o '0000' no deberían utilizarse jamás, pues suelen ser las primeras que se prueban a la hora de intentar sustraer los datos de una tarjeta de crédito o SIM. Del mismo modo, años de nacimiento, fechas de cumpleaños, o el mismo número repetido cuatro veces son consideradas claves fáciles de descifrar. Pero, ¿eso es todo?

El científico de datos Nick Berry, que ha trabajado varios años en Facebook, ha realizado un estudio sobre las contraseñas más inseguras debido a su alta frecuencia de uso. Estas claves, apunta el experto, representan un gran riesgo para sus adoptantes. Si tu PIN está en la siguiente lista, es recomendable cambiarlo de inmediato para evitar posibles vulneraciones de seguridad.

Por otro lado, el científico también ha identificado los códigos PIN menos utilizados y, por tanto, teóricamente más seguros. No ha dudado en compartirlos en la misma publicación, por lo que ABC recomienda inspirarse en ellos, pero no copiarlos, puesto que es posible que su popularidad haya aumentado.

Por último, recordar que es imprescindible revisar y actualizar nuestras contraseñas y códigos PIN periódicamente, asegurándonos de que no son fáciles de adivinar y, por ende, vulnerables.