Caravana, autocaravana o camper: la DGT te ayuda a elegir
El organismo ha advertido de que la conducción de este tipo de vehículo es más complicada que la de un turismo y ha lanzado una serie de indicaciones
Según Asociación de la Industria y Comercio del Caravaning (ASEICAR), el pasado mes de febrero las cifras de ventas de autocaravanas se incrementaron un 4,4%; las de caravanas, casi un 29%; y las de campers, la friolera de un 83%. Pero las subidas más importantes se registraron en el mercado de segunda mano: las ventas de autocaravanas y campers crecieron más de un 48%, mientras que las de caravanas casi se duplicaron, por encima del 80%.
En vista del éxito experimentado por este vehículo, el elegido este verano por muchas familias para pasar sus vacaciones con la casa a cuestas, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha advertido de que su conducción es más complicada que la de un turismo y ha lanzado una serie de indicaciones.
Qué tipo de vehículo escoger
En primer lugar, hay que tener clara la diferencia entre caravana, autocaravana y camper. «Las caravanas son un vehículo sin motor que necesita ser remolcado por otro con motor. Si no sobrepasan los 3.500 kg de masa máxima autorizada (MMA) podrán conducirse con el permiso B», exponen desde la DGT. Por su parte, «las autocaravanas son vehículos con motor que están diseñados para vivir en su interior, es decir, que cuentan con una zona habitable. Pueden viajar en su interior tantos pasajeros como número de plazas permitidas en el permiso de circulación tenga el vehículo», detallan desde el organismo. Por último, «las furgonetas camper son vehículos con motor que, a pesar de no estar fabricados con este fin, pueden ser acondicionados para vivir en su interior».
Aspectos de seguridad vial
Se elija el tipo de vehículo que se elija, la DGT proporciona un rosario de advertencias que podrían resumirse en tener en cuenta el mayor volumen de estas casas móviles con respecto a los turismos. Así, avisa de que dar marcha atrás se convierte en una maniobra más engorrosa de lo habitual y que, si no se está acostumbrado, conviene practicar antes; también advierte de que el efecto de las ráfagas de viento lateral, peligrosas en general, se incrementa.
Otro aspecto a tener en cuenta es la altura total del vehículo, algo que, en palabras del organismo, «nos deberíamos aprender de memoria porque en carretera puede surgir un túnel bajo y no sería extraño quedarse atrapado si no se está muy pendiente. Asimismo, la gran anchura de estas casas con ruedas puede impedirnos el paso por un pueblo de calles estrechas».
Por otro lado, la velocidad máxima permitida para una autocaravana de masa máxima autorizada igual o inferior a 3.500 kg, es la misma que para un turismo: 120 km/h en autopista y autovía, y 90 km/h en carreteras convencionales. No obstante, la DGT recomienda moderar la velocidad debido a su gran tamaño y añade: «Las autocaravanas que sobrepasan los 3.500 kg de masa máxima autorizada y las caravanas, sí tienen una limitación específica: 90 km/h en autovía y autopistas, y 80 km/h en carreteras convencionales».
El gran hándicap: la acampada
En Europa existen actualmente 2,5 millones de autocaravanas y se prevé que más de 150.000 recorran España durante la época estival. Sin embargo, pero muchas de ellos se van a encontrar con un gran problema: la falta de zonas de autocaravanas, ya que en España solo existen cerca de 1.100 áreas destinadas a este tipo de vehículos. Esta carencia puede provocar improvisadas concentraciones de vehículos en lugares donde no están regulados ni el estacionamiento ni la pernocta, según denuncian desde la ASEICAR. Por ello, la DGT subraya que «acampar solo está permitido en las zonas especialmente habilitadas para ello (campings o parkings), según la normativa de cada Comunidad Autónoma» y agrega que hay que «seguir siempre las ordenanzas municipales del lugar de estacionamiento o de acampada».
En el caso de que el parón en el recorrido no se trate de una acampada, sino de un simple aparcamiento, el organismo señala que el vehículo jamás debe «sobrepasar las marcas viales de delimitación de la zona de estacionamiento, ni la limitación temporal del mismo, si la hubiese»: «No importa, en este caso, que sus ocupantes estén en su interior, siempre que la actividad se desarrolle ahí y no trascienda al exterior mediante el despliegue de elementos que desborden el perímetro del vehículo como todos, dispositivos de nivelación, soportes de estabilización, tenderetes…»
Por último, a la hora de aparcar, la DGT insiste, «la dificultad de las autocaravanas es su gran tamaño. [...] Debemos tener en cuenta que son más largas, más anchas y más altas que un coche. Preste mucha atención a las señales que indiquen un límite de altura (las de gálibo) o de anchura, para evitar quedarnos atascados».
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