Solo volar es más divertido
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Opel GT: el deportivo de culto de los años 60

El mítico coupé se anunciaba con el eslogan «Solo volar es más divertido»

Fue el primer coche del mundo que se presentó al público como un prototipo

MADRID Actualizado: Guardar
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Lo «retro» está de moda. Y más en el sector de la automoción, donde las grandes firmas apuestan por nuevos modelos que recuerdan en su aspecto o en su «carácter» a las grandes leyendas de las cuatro ruedas.

Es lo que sucede con el Opel GT, una marca que ha presentado recientemente su «concept car» con el mismo nombre, intentando emular las gestas del deportivo de los años 60 y 70.

El éxito del GT no solo se consiguió en las pistas y carreteras. También en el mundo de la publicidad, donde el eslogan «Solo volar es más divertido» se llegó a convertir en todo un clásico en la historia, e incluso es una frase de uso cotidiano en los países de habla alemana.

Se le atribuyó a un vehículo que tiene su propia historia, ya que se convirtió en un clásico: el Opel GT. Su carrera despegó en 1965, cuando, para sorpresa de todo el mundo, Opel presentó un «Prototipo Experimental» aerodinámico en el IAA en Frankfurt, un coche que no encajaba en los procesos habituales de producción a gran escala en la Europa central.

A la vista de su sensacional diseño, no fue ninguna sorpresa que la versión de producción estuviera en la calle apenas tres años después. Pero lo que muy pocos sabían era que Opel había sentado un precedente: por primera vez en Europa, un vehículo que se había presentado como «concept-car» pasaba a fabricarse en serie.

Diseño del Opel GT de 1968
Diseño del Opel GT de 1968

La historia de la creación del primer GT es fiel reflejo de la de uno de los mejores deportivos americanos. Quince años atrás, el Corvette de 1953 fue el primer coche del mundo que se presentó al público como un prototipo antes de ser llevado a la producción en serie. Como nuevo director de Opel, Bob Lutz desempeñó un importante papel en el lanzamiento del GT original en 1968, e inició la expansión de la gama de producto con una plataforma para un compacto deportivo biplaza con propulsión trasera.

El Opel Coupé de 1968 no podría negar una cierta similitud c on el legendario Corvette americano del mismo año, ni tampoco quiso hacerlo. Siguió un nuevo estilo de diseño que se conoció como la «forma de botella de Coca-Cola», que también puso de manifiesto de forma excepcional el Stingray.

«Además de una apariencia fantástica, el deportivo de Opel estaba diseñado principalmente para convencer con su sofisticada aerodinámica», explica Erhard Schnell, diseñador del GT en aquel momento. Un elegante frontal con faros escamoteables que rotaban alrededor de su eje longitudinal, generosos paragolpes, flancos estrechos en el área de las puertas, prominentes paragolpes traseros que se integran en la zaga con un marcado borde de separación y grupos ópticos posteriores circulares fueron las características claves del diseño del Opel GT.

«Los cinturones de seguridad son de serie; por favor, abróchenselos»

El uso de los cinturones de seguridad de serie fue el objetivo de otra de las campañas publicitarias de Opel, que prometía a los ocupantes del GT una aceleración sobresaliente. Las cualidades dinámicas de este deportivo biplaza de 90 CV eran verdaderamente de lo mejor de su clase a finales de los años `60.

Con su motor de 1,9 litros, el Opel GT aceleraba de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos, y alcanzaba una velocidad máxima de 185 km/h. Hace casi 40 años, eso era ser realmente un coche rápido. Por ejemplo, el Opel Rekord 1.9, el tope de la gama en el segmento de las berlinas medias por aquel entonces, tenía una velocidad máxima de 160 km/h. El umbral de los 200 km/h era como la barrera del sonido, y sólo había sido cruzado por los “muscle-car” de esa generación, como el Mercedes 280 SE 3.5 con un motor V8 de 200 CV. El Porsche 912 –considerado frecuentemente como un coche con la estética del 911 y con motor de 4 cilindros y 90 CV, igual que el Opel GT – también alcanzaba los 185 km/h de velocidad máxima, pero necesitaba 12,5 segundos para pasar de cero a 100 km/h.

El comportamiento deportivo del GT de 1968 basaba su excelente rendimiento en un chasis con una suspensión delantera independiente de dobles brazos superpuestos y un eje rígido posterior con muelles helicoidales, brazo longitudinal de control y una bieleta lateral.

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