Casos sin resolver: cuando ni los años ni los avances técnicos acaban con el misterio
Imagen de archivo de 1979 de Olof Palme - abc

Casos sin resolver: cuando ni los años ni los avances técnicos acaban con el misterio

El primer ministro Olof Palme o la aviadora Amelia Earhart son algunos casos que aún traen de cabeza a los investigadores

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  1. Olof Palme

    Imagen de archivo de 1979 de Olof Palme
    Imagen de archivo de 1979 de Olof Palme - abc

    Estocolmo, 28 de febrero de 1986. El entonces presidente sueco Olof Palme sale del cine junto a su mujer Lisbet. Un hombre alto se le acerca por la espalda, le toca el hombro y le dispara. Se vuelve hacia la esposa y la dispara también, aunque sólo la hiere. El presidente no tuvo tanta suerte. El país escandinavo se conmocionó ante un magnicidio que, camino de los 30 años después, sigue sin esclarecerse. Las teorías sobre su asesinato son muchas pero ninguna concluyente: desde un asesino solitario hasta espías sudafricanos o la Fracción del Ejército Rojo alemán. Suecia cambió la legislación en 2010 para que el crimen no prescribiera y pudiese seguir la investigación criminal.

    La teoría más extendida gira en torno a Christer Pettersson, un delincuente común y toxicómano que fue detenido dos años después del asesinato del líder del Partido Socialdemócrata. Lisbet le identificó en una rueda de reconocimiento, pero su testimonio levantó dudas. Aunque fue condenado a cadena perpetua, Pettersson fue absuelto en la apelación por falta de pruebas: nunca se encontró el arma homicida y no tenía un móvil claro.

    La teoría que apunta al CCB, el servicio secreto sudafricano, parte de las críticas de Palme al régimen del apartheid. Pocos días antes había llegado a hacer un discurso incendiario en el Parlamento sueco. Los investigadores del caso llegaron a viajar en 1996 al país africano, después de que Dirk Coetzee, el capitán que dirigió los «escuadrones de la muerte» de Sudáfrica, apuntase como asesino a Antonhy White, de los servicios de seguridad sudafricanos. Sin embargo, nada pudo probarse.

    En otra de las pistas seguidas por los investigadores, llegó a arrestarse a Victor Gunnarsson, un ultraderecha sueco. Pero tampoco se consiguieron pruebas concluyentes contra él.

    Hace tan sólo un año, la muerte de la multimillonaria Eva Rausing, residente en Reino Unido y esposa del heredero del imperio Tetra Pak, reveló nuevas informaciones que contenía en su ordenador y una nueva teoría. El escritor sueco Gunnar Wall, autor de dos libros sobre el Palme, contó a «The Guardian» que Rausing se puso en contacto con él y le contó que el responsable del asesinato fue un empresario que temía que el entonces Primer Ministro fuera una amenaza para sus intereses. Aun así, el asesinato sigue sin resolverse.

  2. Alekander Litvinenko

    Alexander Litvinenko, el 20 de noviembre de 2006, tres días antes de su muerte
    Alexander Litvinenko, el 20 de noviembre de 2006, tres días antes de su muerte - abc

    Alekander Litvinenko fue enterrado en un ataúd antiescapes radioactivos. No es algo habitual, como tampoco lo fue su muerte ni las circunstancias que la rodearon. Lo que sí se sabe con certeza es que el exagente de la KGB fue envenenado con polonio-210. Fue en 2006 y falleció tras veinte días de agonía en un hospital londinense. El exespía había pedido asilo en 2002 al Reino Unido por la «incesante persecución» a la que le sometían los servicios secretos rusos tras denunciar una serie de acciones ilegales del FSB (antiguo KGB).

    La teoría más extendida es la de que Litvinenko fue envenenado el 1 de noviembre, cuando comenzó a sentirse mal. Ese día quedó con Andrei Lugovoy, un exoficial de los servicios secretos rusos que entonces dirigía una agencia de guardaespaldas en Moscú. El exagente tomó un té con Lugovoy y con otro antiguo colega, Dmitri Kovtun. Un tercer ruso, Vyacheslav Sokolenko, también estuvo presente, aunque aseguró que solo saludó a los presentes.

    Antes de morir, Litvinenko dejó una carta. En ella apuntaba al propio Vladimir Putin como responsable de su muerte. Por su parte, la investigación de Scotland Yard apuntó a Lugóvoi como autor del envenenamiento y la Fiscalía británica pidió la extradición del también exespía ruso, anuque las autoridades rusas se negaron.

    Por su parte, Lugovoi, se declaró inocente y acusó al MI-6. Según su versión, ofrecida en rueda de prensa, Litvinenko y el magnate ruso Berezovsky, ambos reclutados por el servicio secreto británico, intentaron que «Litvinenko también se uniera. «Litvinenko escapó al control del MI-6 y fue liquidado», aseguró.

    En los últimos años siguen surgiendo nuevas teorías. En ellas se involucra tanto a Berezovsky como a grupos chechenos e incluso a mafias arraigadas en España.

  3. Amelia Earhart

    La aviadora Amelia Earhart
    La aviadora Amelia Earhart - ap

    «Debemos estar sobre vosotros, pero no podemos veros. Nos estamos quedando sin combustible». Fueron las últimas palabras conocidas de la aviadora estadounidense Amelia Earhart. Era 2 de julio de 1937. Sobrevolaba la isla Howland, en el Pacífico, y estaba intentando conseguir una proeza: dar la vuelta al mundo en su avioneta.

    El Gobierno estadounidense movilizó a más de tres mil personas, diez barcos y 65 aviones para buscarla. Pero nunca se hayaron restos ni del avión, ni de su cuerpo o el de su copiloto Fred Noonan. Aún hoy, su desaparición es uno de los grandes misterios de la aviación pese a que incluso en 2012 la administración Obama ofreció su ayuda en una nueva investigación que concluyó sin resultados.

    Las teorías son diversas. La más extendida es que se estrelló cerca de la isla Howland, pero también podría haber sido en la isla de Nikumaroro. Otra hipótesis afirma que Earhart y Noonan se dirigieron hacia el norte de las Islas Marshall, donde fueron capturados por los japoneses que dominaban la zona, acusándoles de espionaje.

    Quienes prefieren para Amelia un final más feliz, se adhieren a la teoría que dice que regresó a Estados Unidos bajo el nombre falso de Irene Craigmile. Hay quien dice incluso que en la isla de Nikumaroro hay una misteriosa tumba en donde fue enterrado un bebé de los dos tripulantes del avión.

  4. Jimmy Hoffa

    Foto de archivo de Jimmy Hoffa en 1971
    Foto de archivo de Jimmy Hoffa en 1971 - reuters

    El 30 de julio de 1975, el líder sindical Jimmy Hoffa hizo su última llamada. Fue a su mujer. Desde entonces, nadie ha vuelto a saber de él, desapareció del aparcamiento del restaurante «Manchus Red Fox», a las afueras de Detroit. Iba a reunirse con el mafioso Anthony Giacalone y con otro cabecilla sindical vinculado al crimen organizado, Anthony Provenzano. El FBI apuntó a que el suceso probablemente se relacionaba con la intención de Hoffa de retomar el poder del influyente sindicato Teamsters, después de haber pasado siete años en la cárcel por haber sobornado a un jurado.

    Nunca se ha encontrado el cuerpo, nunca se ha podido determinar la identidad de sus presuntos asesinos ni el método utilizado para su asesinato. Además de la investigación, se han seguido pistas y soplos de todo tipo. Se llegó a derribar en 2006 un establo de 437 metros cuadrados, en una granja propiedad de Rolland McMaster, un protegido de Hoffa, con el compromiso de construir todo lo destruido. También se han aplicado las nuevas técnicas de comparación de ADN, mediante las que determinaron que Hoffa estuvo en un vehículo de uno de sus ayudantes personales, a pesar de que esto siempre lo había negado.

    Tal es el misterio en Estados Unidos que casi 40 años después, se ha reanudado la búsqueda del cadáver de Hoffa en Township, Oakland, aunque pocos días después volvió a cerrarse sin resultados positivos. Y todo por una nueva pista: Tony Zerilli, un líder de la mafia, había asegurado que allí era donde reposaban sus restos.

  5. Asesinato en los Alpes

    Fotógrafos toman imágenes del coche en el que asesinaron a la familia en los Alpes franceses
    Fotógrafos toman imágenes del coche en el que asesinaron a la familia en los Alpes franceses - agencias

    Un caso reciente pero que ha impactado a la sociedad es el asesinato de una familia y un ciclista en los Alpes. Fue el pasado mes de septiembre de 2012. Cuatro personas muertas, todas con al menos dos tiros en la cabeza. Las balas, de una pistola semiautomática, lo que desde un principio apuntaba a la tesis de que la matanza había sido perpetrada por un profesional.

    Al Hilli, un iraquí de 50 años, fue acribillado en su BMW junto a su mujer Iqbal y la madre de ésta, de 77 años. Junto a la escena, otro cadáver: Sylvain Mollier, un ciclista francés de 45 años. Las dos hijas del matrimonio que viajaban junto a su familia sobrevivieron. Zeena, de cuatro años, resultó ilesa después de esconderse entre las faldas de su madre. Permaneció allí escondida más de ocho horas. Su hermana mayor, Zainab, quedó en coma tras recibir un disparo en el hombro y varios golpes en la cabeza, aunque consiguió despertar.

    La investigación ha llevado a diversas teorías, aunque las últimas se centran en el hermano de Al Hilli, que fue detenido el pasado mes de junio en Reino Unido. Se cree que estaba enfrentado a su hermano por una herencia familiar. Sin embargo, antes se ha hablado de otras teorías: se llegó a plantear que el ciclista, que en principio se trataba de un «daño colateral», fuera el verdadero objetivo.

    No obstante, según parece, Al Hilli trató de escapar. Intentó llevar el coche hasta un lugar seguro, pero el vehículo se quedó atascado en el último momento en un terraplén. Por el momento, la investigación continúa en curso.

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