GASTRONOMÍA JUNTO AL MAR

Hoteles gastronómicos en la Costa del Sol y la Costa de la Luz

La Costa del Sol y la Costa de la Luz están repletas de hoteles de prestigio que han apostado por la alta gastronomía. Recorremos algunos de estos establecimientos

A la mesa en Cipriani, en Puente Romano, que ha aterrizado esta temporada para enriquecer la propuesta del resort.

23/07/2023
Actualizado 07/08/2023 a las 13:36h.

Hubo un tiempo en que para los grandes hoteles , especialmente los lujosos, la oferta gastronómica suponía un “pequeño-gran” quebradero de cabeza. El necesario equilibrio entre una propuesta de calidad que preservase la intimidad del cliente residente, satisfaciendo sus necesidades y, al ... mismo tiempo, lograr un escaparate que resultase atractivo para el público local parecía, para una gran mayoría, una ecuación irresoluble que sólo conducía a comedores despersonalizados con ofertas clónicas y carentes de identidad o a asesoramientos descafeinados que no pasaban más allá de un nombre y cierta puesta en escena.

Eso es lo que, tan a menudo, encontrábamos hasta ahora en nuestras costas. Pero, de un tiempo a esta parte, es indiscutible la firme apuesta de muchos de nuestros grandes emblemas hoteleros por la gastronomía . La cocina está de moda y los hoteles lo saben y tratan de armarse con cocineros de renombre, marcas reconocidas y grupos consolidados que han demostrado su éxito en otros lugares.

Es por ello que hay que congratularse porque los grandes hoteles -algunos clásicos y buena parte de las aperturas recientes- apuesten por dar vida a restaurantes singulares que poseen personalidad propia, con cocinas globales y cosmopolitas de calidad, o que se identifican con la gastronomía del lugar en el que se ubican. Restaurantes que apuestan por acercar las cocinas del mundo a la clientela local o por tratar de dar a conocer el recetario y los productos locales a los visitantes. O ambas a un mismo tiempo. Restaurantes que permiten compartir su espacio y sus instalaciones a unos y otros abriendo sus puertas a la ciudad que los acoge.

No hay duda que Málaga y la Costa del Sol , con su enorme potencial turístico, lideran este movimiento en Andalucía . Especialmente Marbella y los grandes hoteles de lujo de la costa occidental malagueña han apostado, sin ninguna sombra de duda, por la gastronomía como eje central de su oferta, diversificándola cada vez más e introduciendo marcas reconocibles para sus clientes,

El Chiringuito by Fendi, en Puente Romano.

Por encima y por delante de todos, el Puente Romano Beach Resort y su “gemelo boutique”, el Nobu Hotel, en Marbella . Hace ya casi una década que inició la revolución gastronómica de su hotel. Primero atrayendo a marcas locales de reconocida solvencia y restaurantes de prestigio como el de Dani García , que alcanzó las tres estrellas Michelin allí y, más adelante – sobre todo a partir de la adición de Nobu – a través de conceptos más modernos y marcas internacionales: Leña , como la versión “steakhouse” lujoso y BiBo , su hermano informal; el propio Nobu, como restaurante japonés de fusión, al que se sumó una coctelería; Cipriani , el prestigioso restaurante veneciano que desembarca con una puesta en escena impecable y un recetario más que contrastado, o Coya , el restaurante londinense de inspiración peruana que presenta un escenario espectacular para una experiencia completa que incluye comida, bebida y música. Además de los ya clásicos Sea Grill y El Chiringuito que reflejan esa cocina mediterránea y marinera junto a la piscina y la playa. Y lo que queda por llegar en fechas próximas: marisquerías de lujo, chiringuitos de la mano de marcas de moda y restaurantes tematizados.

Leña, de Grupo Dani García, en Puente Romano.

Coya es una de las novedades de esta temporada.

El Gran Meliá Don Pepe ofrece un enfoque distinto. Quizás más conservador en sus planteamientos y dirigido a un público más nacional, centra sus esfuerzos en Erre by Urrechu , el estupendo asador de estilo norteño que firma Iñigo Pérez “Urrechu”, responsable - entre muchos otros - del Zalacaín madrileño. De la mano de Víctor Carracedo, como chef ejecutivo, en Erre se combinan platos tradicionales de ascendencia vasca junto a originales preparaciones a la parrilla que se centran en pescados, mariscos y carne pero no dejan de lado las verduras. Como adición, Bardot , una arrocería estupenda junto a la piscina del hotel, donde se despachan platos andaluces y magníficos arroces. Completan la oferta un asiático, Tahini , y una cafetería desenfadada junto al paseo marítimo, Café Capuccino . Por su parte, Boho Club - en plena Milla de Oro - presenta una oferta diferenciada que se articula en torno a un mismo espacio que va mutando a lo largo del día. En el restaurante de Boho Club, que dirige Diego del Río, se desayuna y se sirven brunchs, se almuerza de menú, se cena de categoría y se beben cócteles y copas con música hasta altas horas de la noche.

Erre by Urrechu, en Gran Meliá Don Pepe.

Bardot, otra de las sugerentes propuestas del Gran Meliá Don Pepe.

Más lujoso y en un tono más discreto, Finca Cortesín no escatima en su oferta gastronómica y fue uno de los pioneros en la Costa del Sol en introducir marcas muy reconocidas en otras ciudades. Rei , el heredero del primigenio Kabuki, es una referencia entre la cocina y asiática de la zona, y Don Giovanni trajo la cocina italiana de Andrea Tumbarello a Málaga. El Jardín de Lutz , con una cocina mediterránea clásica, fresca y elegante y el Blue Bar , la mejor coctelería de Málaga, son fiel reflejo de ese lujo discreto que se esconde en los detalles. Anantara Villa Padierna , por su parte, ofrece un catálogo más reducido en su oferta gastronómica que, aun así, resulta interesante. Por un lado, La Veranda – el restaurante de bandera del hotel – que trata de dar cabida a una cocina clásica de aires renovados, especialmente atractiva en verano cuando traslada sus mesas a los patios ajardinados que rodean la piscina. Por otro lado, el 99 Sushi Bar , una marca absolutamente consolidada en el sector y uno de os mejores restaurantes asiáticos de la costa y “pop-ups” puntuales como el que este año acoge al libanés Olá Beyrut Kitchen .

99 Sushi Bar, en Anantara Villa Padierna.

Dejando a un lado Marbella y los grandes complejos de lujo de la Costa del Sol Occidental, en Málaga capital los hoteles también parece que apuestan decididamente por la gastronomía en los últimos tiempos. Lo hizo Palacio Solecio hace unos años cuando fichó a José Carlos García para configurar su oferta gastronómica que se concretó en Balausta , un restaurante de cocina tradicional “puesta al día” que se ubica en el precioso patio interior del hotel. Del mismo modo, el desembarco del hotel Only You vino aparejado a la oferta dual de sus restaurantes, Carmen y Lola , bajo la dirección del jienense Pedro Hervás, y la apertura del Soho Boutique La Equitativa nos descubrió Yamur , un restaurante andaluz contemporáneo orquestado por Juan Morcillo, chef ejecutivo de la cadena.

Restaurante Balausta, en el centro de Málaga.

Yamur, la apuesta más ambiciosa de Soho Boutique La Equitativa.

Moviendo nuestro foco hacia el Oeste nos vamos hacia Cádiz . La Costa de la Luz se ha visto inmersa en este proceso de manera más lenta . En parte, probablemente por el público objetivo al que se dirige - mucho mayor peso del turismo nacional -, por la propia tipología de muchos hoteles que jugaban a retener a sus clientes con ofertas de pensiones completas o “todo incluído” y, en parte también, por la propia idiosincrasia del público local, más aferrado a sus costumbres culinarias que en Málaga y probablemente más reticente a la hora de ir a comer a hoteles. Sin embargo, de unos años a esta parte, se ha desarrollado mucho este campo, sobre todo en la zona de Sancti Petri , donde hoteles como el Iberostars Andalucía Playa o el Gran Meliá Sancti Petri comenzaron una apuesta a la que cada vez se van uniendo más hoteles. Así, el Iberostars Andalucía Playa , revolucionó el panorama gastronómico gaditano al atraer una sucursal del mítico Elkano, de Guetaria , quizás el mejor asador de pescados del país. Y lo hizo con una apuesta inteligente y sensata en la que Aitor Arregui y Pablo Vicari – responsables de Elkano – buscaron crear un concepto propio, vinculado al producto local, más que simplemente la réplica del asador vasco. Proyectan, además, extender su concepto a Sea Soul, el chiringuito del hotel .

Restaurante Catalia, en Iberostars Andalucía Playa.

Sea Soul, el chiringuito del hotel Iberostars Andalucía Playa.

Mientras tanto, el Gran Meliá Sancti Petri , atrajo al cocinero gaditano más laureado, Ángel León que, lejos de crear una segunda marca de su Aponiente de El Puerto de Santa María, ha configurado un restaurante con personalidad propia . Alevante comparte platos con su casa madre, sí, pero representa la versión más sosegada y elegante de la cocina de León. Entrevientos, con su oferta de pescados a la brasa junto a la piscina y Duna Beach Club , en la misma playa, completan la oferta del hotel. A su estela, el Royal Hideaway Sancti Petri presentó el año pasado Chez Lumiére , la apuesta por el gran cocinero Juanlu Fernándes, poseedor de una estrella Michelin en su Lú jerezano. Una brasserie cosmopolita, con el diseño de Jean Porsche, que aplica a productos y platos de esencia andaluza técnicas y acabados de la gran cocina francesa. El propio Fernández añade su firma a un espacio mucho más desenfadado e informal pero igualmente encantador en L’Apero, en La Fonda Antigua, de Vejer de la Frontera . Y no olvidemos, para concluir este periplo, al que probablemente sea el pionero de esta costa a la hora de conjugar hotelería y gastronomía: el Hotel Antonio, en la Playa de los Alemanes, en Zahara de los Atunes . Es casi el caso opuesto a todos los anteriores: un hotel que ha crecido a raíz de un restaurante que se fue haciendo más y más popular, que hizo crecer un nuevo hotel y varias instalaciones a su espalda y que, a día de hoy, es una de las mesas más anheladas de la costa gaditana.