GASTROTEST
Antonio Fernández, Araboka: "Para la sobremesa siempre encuentro algún vino que redondea el momento"
Para hacer la compra, Atarazanas o el Mercado del Carmen. A la mesa, sitios tan auténticos como El Yantar, El Saladero o la “precisión” en la cocina de José Carlos García.
Antonio Fernández tiene dos restaurantes en Málaga capital, Araboka Centro y Araboka Plaza.
Un gran defensor de la tradición gastronómica, un hostelero que ha apostado por la “cocina de herencia” en sus dos restaurantes. Compartimos aperitivo de media mañana con Antonio Fernández, al frente de Araboka, un hostelero de raza que tiene claro que lo suyo –y lo ... del negocio que regenta– es la autenticidad tanto a los fogones como en sala.
En este ‘Gastrotest’ Antonio Fernández nos invita a arrancar el día con uno de esos “desayunos estratosféricos” que se sirven en Bar Nerva para después acompañarnos a hacer la compra por Atarazanas y el Mercado del Carmen. Ya con los 'mandaos' hechos, un buen espeto de sardinas y, cuando cuadra, una escapada a Sanlúcar de Barrameda, un destino que lo tiene todo para un amante de la gastronomía y los vinos como es él.
¿Quieren saber cuáles son sus favoritos en Málaga para disfrutar de un día libre? Pasen y lean…
– Si pudieses desayunar con calma por la mañana, ¿dónde lo harías?
– En casa, en la que considero mi casa, que es el negocio familiar, Bar Nerva. Bueno, la mía y la de mucha gente que así lo consideran. Por la velocidad en el servicio, por lo que nos dan… Jamón ibérico al corte, la tortilla. No se. Cualquier elaboración que se hace al momento y que responde a lo que ese día se le pasa por la cabeza a mi hermano. Ese concepto de ‘desayuno boutique’ que es tan característico de Nerva. Un mollete bien tostado, jamón cortado al momento con tomate recién rallado, un aceite de nivel como el de Finca La Torre y café Santa Cristina que se hace con mucha precisión. Lo tengo clarísimo. Mi desayuno en Nerva.
– Una carnicería, pescadería y frutería de confianza…
– Para la fruta voy a Antonio y Salomé, en el Mercado Central. Ellos tienen las piezas básicas, los clásicos, por así decir, y luego productos muy diferentes, menos conocidos, más sofisticados. Ellos además te asesoran perfectamente. Un gusto ir a su puesto.
En lo que respecta a la carne, lo de Marcos, en Atarazanas. Suelen tener elaborados y carnes frescas estupendas y es muy certero al hacer los cortes. Mete materia prima nueva, novedades elegidas con buen gusto.
Y para el pescado otro que tengo claro: Matías Soler, en el Mercado del Carmen. Es un ejemplo perfecto del tendero de confianza, ese profesional de siempre que maneja producto de gran calidad y que si no consigue materias primas que merezcan la pena no la ofrecen, no la llevan a su puesto. Son una muestra clara de ese eslabón que hay entre el que provee del producto y el cliente final. Me fío al 100% de ellos para que tanto en casa como en el restaurante entre el mejor producto del mar.
– Una tienda gastronómica o algún puesto donde encontrar ese algo especial que buscas para la cocina.
– Crespillo, tanto en la gama clásica, referencias de siempre, como en la línea más sofisticada. Y luego para los turistas y visitantes que llegan y nos preguntan sitios para comprar producto malagueño siempre le damos la referencia de la familia Palma, de La Mallorquina.
– Bar de barrio en el que tomar un aperitivo con los amigos.
– Igual sueno reiterativo pero iría a Nerva… Y otro lugar que me gusta, que está en Ciudad Jardín, donde vivo, es Retrogusto. Esos chicos lo están haciendo bastante bien, a precios razonables y están demostrando que lo hacen con cariño.
– Un restaurante especial para invitar a comer a la familia.
– Las últimas veces que hemos salido fuera he optado por El Yantar, en Mezquitilla. Y en Málaga, por cercanía, igual te diría que El Cateto. Nos pilla cerca y somos asiduos a esta marisquería donde se come estupendamente.
– Un sitio diferente para cambiar de tercio.
– Sanlúcar de Barrameda es mi destino. Me encanta por lo pragmático de la gastronomía de la zona. Encuentras tanto sitios tradicionales y clásicos, como Casa Balbino, con esa atmósfera única y un rango de precios que te puedes permitir, como otros radicalmente distintos. Te da otras opciones diversas, igual más sofisticadas, y con la opción de visitar bodegas magníficas, con esa posibilidad de disfrutar de los generosos que da el marco de Jerez. Es un destino cercano, asequible económicamente y que lo aúna todo.
– ¿Un pequeño vicio confesable gastronómicamente hablando?
– Con lo que más disfruto del mundo es degustando un espeto de sardinas con tiempo, sin prisas.
– Un restaurante de lujo alta cocina al que volver.
– La mejor propuesta de la capital la tiene Kaleja, que nos permite disfrutar en su barra. Otra cocina por la que tengo auténtica debilidad es la de Jose Carlos García, probablemente la que presenta mayor precisión en la provincia. Es sobresaliente.
– ¿Café o copa?
– Café y vino de sobremesa. Al final siempre encuentro algún tipo de vino que redondea el momento y me satisface. Además, así evito la carga de alcohol que conlleva cualquier destilado.
– Un chiringuito al que ir en verano.
– El Saladero. Y para quedarnos por aquí, Maricuchi.
– ¿Qué te gusta preparar en casa cuando tienes invitados?
– Me gusta siempre que haya un aperitivo de alguna chacina local, como Dehesa Los Monteros. Marisco de concha con poca cocción y para terminar algún pescado al horno.
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