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Bar Guerra: «La segunda vida de un bar»

Luis Miguel Menor y César Morales han resumido estupendamente lo que debe ser una tasca o un bar de tapas malagueño puesto al día

Puntillitas con huevo, una de las frituras del Bar Guerra BRANDELICIUS
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El Bar Guerra, en San Pedro Alcántara, abrió sus puertas en 1954, regentado por Miguel Guerra y su mujer. Un bar de barrio, una taberna de tantas que poblaban los pueblos de este país, con unas premisas muy básicas: una decena de especialidades, ... mayormente de guisos y platillos humildes, para acompañar un vino. Un negocio familiar y sacrificado, donde los parroquianos se acodaban a echar el aperitivo y que – con el paso del tiempo y el desarrollo urbano y turístico – fue, poco a poco, convirtiéndose en lugar de encuentro de locales y visitantes. Un bar que destilaba autenticidad, con sus virtudes y defectos.

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