Comida casera entre la sierra y el mar
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Pollo y Ensalada
La carretera de Casares está salpicada de ventas, patrimonio gastronómico e histórico al que a veces no prestamos demasiada atención. En ocasiones ruidosas o incómodas, en otras, guardianas de recetas tradicionales, comidas sencillas y el placer diario del cuchareo y los platos de la zona. ... Las ventas eran siglos atrás parada de viajeros donde repostar energía y llenar el estómago. En la actualidad, algunas siguen como si el tiempo no hubiese pasado por ellas, otras han modernizado sus instalaciones dándole un toque más sofisticado que las aleja de lo que fueron en sus orígenes y también las hay, muy especiales, como Venta Victoria, que aun adaptándose a los gustos y demandas actuales, han sabido reformarse conservando las hechuras de entonces y preservando los platos de la zona.
Abiertos desde 1942, este negocio familiar se ubica en una casa antigua muy bien conservada y decorada con todo el encanto y el cariño. Se divide en varios salones cómodos y acogedores. La mejor zona es la planta de arriba con su sencilla y cuidada terraza, desde la que se divisan bonitas vistas de la Sierra. Encalada de blanco, como corresponde a las construcciones de esta zona, con macetas que la alegran y colorean, la terraza es perfecta para esos días en los que asoma el buen tiempo o en los que necesitas protegerte del sol.
Caldereta de cabrito
Su carta está llena de productos frescos de la zona, cocina casera andaluza que en ocasiones cede a los gustos de los muchos extranjeros que viven por aquí, pero que en gran parte conserva la esencia del recetario tradicional y de los productos locales como muestran sus platos de Chorizo casareños, las Calderetas y Potajes o el celebradísimo Rabo de toro a la miel, una de las especialidades de la casa que más éxito tienen. Tampoco dejan atrás otros embutidos y quesos que se elaboran en el pueblo.
Para empezar, no pudimos resistirnos a probar la Morcilla de Chivo con tomate y pimientos, uno de los platos más típicos de Casares que preparan de forma artesana sus carnicerías y de la que dimos buena cuenta con el pan moreno que cuecen diariamente en horno de barro en el pueblo. Es una morcilla muy fina, que se adereza con cebolla y ajo y a la que la salsa de tomate acompaña de lujo. Siguiendo con los platos especiales que tenían aquel día y que nos recomendaron al tomar la comanda, nos lanzamos a por el Jabalí con cebollitas dulces y la Caldereta de cabrito, dos guisos magníficos y contundentes, con buena salsa y patatas fritas caseras de las que desgraciadamente cada vez vemos menos y que tanto se agradecen.
Los postres se elaboran en casa y siguen esa línea de cocina sencilla y tradicional. Muy popular es su arroz con leche. En la pequeña carta de vinos encontrarás algunas buenas opciones de vinos de la provincia, que acompañarán bien. El servicio es cercano y eficiente, muy amable y dispuesto a ayudar explicando los platos y su elaboración.
Abierta desde las 10 de la mañana para ofrecer estupendos desayunos, merece la pena darse una vuelta por el recetario tradicional y por esta venta casareña bendecida con las vistas de la hermosa Sierra Crestellina y el cercano mediterráneo.
Terraza de Venta Victoria
Vistas desde Venta Victoria
Zona exterior de Venta Victoria - Recomendado
- terraza
Comida
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