Harinas La Fuensanta: el secreto de un buen pan ecológico

En términos generales, tenemos que decir que el pan que comemos no tiene la calidad ni las propiedades nutricionales deseadas. Algo que afecta a nuestra salud y que puede tener unas consecuencias nefastas para el organismo, como aumentar el riesgo de diabetes, intolerancias o problemas en la digestión: “La gente se está dando cuenta de que comer buen pan es importante. Los panes de las bollerías son bombas de relojería, llevan aditivos y afectan a tu salud”, asegura José Antonio Méndez.

José Antonio sabe muy bien de lo que habla, él es gerente de Harinas La Fuensanta en Coín, una de las molineras más conocidas de la provincia – y parte del extranjero-. A Méndez le viene de cuna su tradición molinera, desde 1780 su familia ha estado relacionada con el arte de molturar. Su padre comenzó en la industria harinera hace más de 60 años: “Llevo desde los 16 años trabajando en los molinos de harina, ahí molíamos harinas integrales de trigo duro para el pan cateto. Pero empezamos con el pan integral a raíz de una comunidad alemana que llegó al pueblo, lo pedían mucho al igual que el pan de centeno”, recuerda.

José Antonio junto a su hija

Aunque, no fue hasta 2004 cuando José Antonio y su mujer decidieron fundar Harinas La Fuensanta. Pero, ¿Qué tiene de distinto esta fábrica de harinas? El secreto de su éxito está en que no contienen aditivos ni conservantes. Todas las harinas que se molturan, tanto convencionales como ecológicas, conservan el germen y el sabor de los cereales.

Una técnica que José Antonio aprendió de su padre y a las cuales ha ido introduciendo mejoras hasta conseguir ser uno de los referentes en el negocio harinero. Tanto es así que Harinas La Fuensanta cuenta con el Certificado del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE).

Sus harinas ecológicas dan lugar a un amplio catálogo, desde centeno troceado, copos de avena, harina de arroz o cebada integral, de espelta, mijo o quinoa. Así hasta más de 30 tipos de harinas: “Todo lo que sea grano lo molturamos”, dice. También cuentan con semillas ecológicas como: amapola, amaranto, arroz integral, pipas de girasol o calabaza, entre otros.

Harinas La Fuensanta molturan diariamente un total de 50 toneladas en 24 horas, para la molturación se utilizan molinos ecológicos y convencionales. Los primeros se utilizan para las harinas integrales y se trata de un sistema artesano de piedra, mientras que para el resto de harinas se usa el convencional. De este último, tras el proceso- que dura 24 horas- sale la harina para empaquetar y el salvado que se deja para los animales.

La Fuensanta vende para profesionales y aficionados , sus harinas se utilizan para hacer distintos tipos de pan, churros y porras, harinas especiales para frituras o pizzas: “Nuestros principales clientes son panaderos o empresas, pero también particulares siempre con un mínimo de 40-50 kilos. Nuestra fama es por el boca a boca o las redes sociales” afirma.

Su clientela se reparte por todo el territorio nacional, pero también en países como Portugal, Alemania o Inglaterra:  “ La harina es materia prima para que salga el pan, además de una buena elaboración, una buena fermentación y una buena cocción”, recalca.

José Antonio nunca olvidó la maquinaria tradicional, pero a lo largo de estos años y tras varias generaciones la tecnología y los medios más innovadores también son pieza clave en la moltura.

A día de hoy, esta empresa familiar es todo un referente en el sector. A pesar de los avances, Harinas La Fuensanta no olvida sus orígenes, por eso trabajan sin perder nunca de vista lo más importante: el espíritu y los valores originales para preservar la identidad de sus productos.

Semillas de lino marrón

Pipas de calabaza

Harina multicereales

Semilla de amaranto

Semillas de amapola

Sesmo natural

Semillas en molino convencional

Cereal en proceso de molturación

Harina en proceso de molturación

Salvado para animales

Instalaciones La Fuensanta

Zona de empaquetado

Flota de camiones de Harinas La Fuensanta